Vanessa y su hijo, la historia de una protesta inusual

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alLa historia de Vanessa Grajeda
Vanessa Grajeda con su hijo Diego/ FOTO CORTESÍA FABRICIO ÁLVAREZ

San Pedro Sula.  La rutina parecía llegar nuevamente el pasado lunes 11 de julio a la casa de Vanessa Grajeda y de su pequeño hijo, Diego de 4 años. El  reloj marcaba las 7:00 de la mañana  y ella se levantaba como de costumbre a prepararle el desayuno.

Diego, a pesar de ser tan pequeño, siempre ayuda a su mamá en el aseo de la casa, y ese lunes no fue la excepción. «Él con mucho orgullo recoge todo lo que mira en el suelo», cuenta su mamá.

Vanessa, quien tiene 21 años, relató a Tiempo Digital que se está preparando  profesionalmente y estudia en el área de Pedagogía en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras Valle de Sula (UNAH VS), desde el 2014.

La joven reconoce que debido a la mala organización y programación de clases no ha logrado avanzar en esta carrera como ella quisiera.

«A esa circunstancia ahora se suma la idea de las autoridades del país de  querer privatizar la universidad», comenta Grajeda.

Las manecillas del reloj seguían avanzando ese lunes y llegaba la hora de salir a las calles a luchar por su universidad, la UNAH-VS,  pero esta vez Vanessa decidió hacerlo de una manera diferente.

Cansada de lo que ella llama injusticias, Vanessa tomó la determinación llevar a la  protesta  dos letreros, uno que levaría ella y otro su hijo Diego.

“Lucho por la educación de mi hijo, UNAH te quiero pública”,  se leía en la cartulina que portaba Vanessa Grajeda.

“Yo prefería  perder un período académico, a perder la universidad. Yo como madre pienso en el futuro de mi hijo, la lucha no solamente es por los que estamos estudiando en este momento en la universidad, sino por el futuro de ellos” argumenta Grajeda a Tiempo Digital.

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Vanessa Grajeda con su hijo Diego/ FOTO CORTESÍA FABRICIO ÁLVAREZ

Vanessa Grajeda comentó que en ningún momento sintió miedo por parte de las autoridades que estaban presentes en esa movilización, ni Diego, quien con su letrero de “Yo soy el hijo”, cautivó a muchos de los protestantes.

“Lastimosamente somos criminalizados, cuando los delincuentes son otros, los de traje” expresó Grajeda.

Diego, como todo un niño grande, estaba muy orgulloso de estar apoyando a su madre , tanto así que también gritaba las consignas de los manifestantes en ese lunes, uno de los más de 50 días que duró la crisis universitaria.

Aleeeeerta, Aleeeeerta

Alerta, Alerta que camina la lucha estudiantil por América Latina.

Vanessa y su hijo no solo causaron admiración de los universitarios por tener unos letreros tan particulares, sino también la de un fotógrafo quien decidió  captar la inusual protesta de una madre y su hijo.

Fabricio Alvarez, el fotógrafo, comentó para Tiempo Digital que decidió tomar la fotografía porque miro una madre luchadora, que esta dando el ejemplo a su hijo y a todos al exigir sus derechos y al luchar por una mejor educación superior.

Luego Alvarez reflexionó:  La protesta de ella y su hij reflejan que la situación actual en la UNAH, no solo afecta a las actuales generaciones, sino también a las venideras .

La joven madre invito a todos los jóvenes que solamente reclaman por  medio de las redes sociales, a que apoyen la lucha estudiantil, porque es una lucha no solamente de quienes toman las instalaciones, sino de todos.