REDACCIÓN. La administración de Trump ha dejado de utilizar aeronaves militares para transportar a migrantes que ingresaron ilegalmente a EE.UU. hacia Guantánamo u otros países, dijeron funcionarios de defensa.
El último vuelo de deportación militar tuvo lugar el 1 de marzo, informaron los funcionarios. El Pentágono dijo el martes que no se han programado vuelos de este tipo en las siguientes 48 horas. Un vuelo programado para el jueves fue cancelado, dijo un funcionario de defensa. La pausa en estos vuelos podría extenderse o volverse permanente, agregaron los funcionarios.
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Poco después de que Trump asumiera el cargo en enero, su administración comenzó a utilizar aeronaves militares para vuelos que tradicionalmente gestionaba el Departamento de Seguridad Nacional, para transferir a algunos migrantes a otros países y a instalaciones militares de EE.UU. en Guantánamo Bay, Cuba. La administración quería que los vuelos militares enviaran un mensaje sobre su intención de endurecer las políticas contra los inmigrantes en el país de manera ilegal, dijeron los funcionarios de defensa.
“El mensaje es claro: Si rompes la ley, si eres un criminal, puedes acabar en Guantánamo Bay”, dijo el Secretario de Defensa Pete Hegseth la semana pasada después de ver a los migrantes llegar en un avión C-130 durante una visita a Guantánamo. “No querrás estar en Guantánamo Bay.”
La administración de Trump ha realizado aproximadamente 30 vuelos de deportación de migrantes utilizando aeronaves C-17 y alrededor de una docena en C-130, según los datos de seguimiento de vuelos. Los destinos incluyeron India, Guatemala, Ecuador, Perú, Honduras, Panamá y Guantánamo Bay.
Sin embargo, los vuelos militares han tenido rutas más largas y han transportado a menos migrantes a un costo mayor para los contribuyentes que los vuelos de deportación típicos del gobierno en aeronaves civiles, según descubrió el Journal. Un vuelo estándar de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. (ICE, por sus siglas en inglés) cuesta $8,500 por hora de vuelo, según una página web del gobierno. Exfuncionarios de ICE dijeron al Journal que la cifra es más cercana a $17,000 por hora de vuelo en viajes internacionales.
Tres vuelos de deportación a India costaron $3 millones cada uno. Algunos vuelos llevaron a una docena de personas a Guantánamo a un costo de al menos $20,000 por migrante, mostró el análisis del Journal.
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Un análisis del WSJ sobre los datos de aeronaves y seguimiento de vuelos encontró que los vuelos de deportación militares de Trump están llevando a menos migrantes y costando mucho más dinero que los vuelos de deportación civiles de ICE. Shelby Holliday del WSJ.
El costo de volar un C-17 es de $28,500 por hora, que está diseñado para transportar carga pesada y tropas, según el Comando de Transporte de EE.UU., que proporcionó la aeronave.
Para aumentar los costos, los C-17 no han utilizado el espacio aéreo de México. Esto puede agregar varias horas a los vuelos destinados a Centro y Sudamérica. México y algunos otros países de América Latina no han permitido que los vuelos militares aterricen. En su lugar, han enviado sus propias aeronaves o han organizado que los deportados viajen en vuelos comerciales.
El presidente colombiano Gustavo Petro negó la entrada a dos vuelos de C-17 en enero, lo que llevó a Trump a amenazar con aranceles. Horas después, la Casa Blanca dijo que Colombia había aceptado “sin restricciones a todos los inmigrantes ilegales”, incluyendo en aeronaves militares de EE.UU. Pero no se ha aterrizado ningún C-17 en el país. En su lugar, Colombia envió sus propias aeronaves para transportar a los colombianos deportados.
Venezuela envió en febrero dos vuelos comerciales para recoger a 190 personas. Puso fin a años de negativas para aceptar a ciudadanos deportados que habían ingresado ilegalmente a EE.UU.
