AFP. Estados Unidos dijo el jueves que había logrado la liberación de 135 presos políticos de Nicaragua, la última transferencia masiva por parte del gobierno cada vez más autoritario del presidente Daniel Ortega.
La Casa Blanca dijo que entre los prisioneros había miembros de organizaciones religiosas, estudiantes y otras personas consideradas por Ortega y su equipo como una «amenaza a su régimen autoritario».
Los prisioneros liberados llegaron el jueves a la vecina Guatemala, cuyo presidente reformista Bernardo Arévalo ha trabajado estrechamente con Washington en el tema clave de la migración, dijo el Departamento de Estado.
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«Instamos a la liberación inmediata e incondicional de todos los presos políticos y de conciencia en Nicaragua», dijo el secretario de Estado, Antony Blinken, en un comunicado.
«El pueblo nicaragüense quiere y merece una democracia restaurada donde todos puedan ejercer sus derechos humanos y libertades fundamentales, libres de temor a persecución o represalias».
La última medida sigue a la liberación masiva de más de 200 prisioneros en febrero de 2023, que fueron trasladados en avión a Estados Unidos.
Liberación
Los exprisioneros han acogido con agrado en gran medida la posibilidad de irse. Sin embargo, algunos activistas de derechos humanos ven la decisión de Ortega con cinismo, considerándolo un intento de deshacerse de sus percibidos oponentes y al mismo tiempo intentar congraciarse con Washington.
La última liberación incluye a 13 miembros de Mountain Gateway, un grupo cristiano evangélico con sede en Texas, dijo la Casa Blanca.
A principios de este año, las autoridades nicaragüenses acusaron a miembros del grupo, que realizó campañas masivas de evangelización. Al igual que trabajo humanitario, de lavado de dinero y crimen organizado.
Mountain Gateway negó rotundamente las acusaciones y afirmó que las autoridades nicaragüenses pudieron revisar su presupuesto.
Ortega, un ex guerrillero izquierdista de 78 años, regresó al poder en 2007 e inicialmente había sido visto como más moderado.
Pero desde entonces ha levantado los límites al mandato presidencial y tomado el control de todos los poderes del gobierno. Además, ha liderado una amplia campaña de represión contra grupos, incluida la Iglesia católica y las ONG, consideradas amenazas a su gobierno.