Redacción. Las autoridades de transporte de California han reiterado que conducir en el estado no es un derecho automático, sino un privilegio que exige el cumplimiento de estrictas normativas.
De acuerdo con el Código de Vehículos estatal, es obligatorio que todo conductor porte una licencia vigente. Incumplir esta ley, ya sea por no tener el documento o por conducir con una licencia suspendida, puede acarrear multas significativas y penas de cárcel.
El artículo 12500 del Código de Vehículos especifica que es ilegal operar un automóvil sin la licencia correspondiente. Esta infracción puede clasificarse como menor o como un delito. Esto dependerá de los antecedentes del conductor.
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Una infracción menor podría resultar en una multa de hasta 1,000 dólares. Esta falta afecta principalmente a quienes nunca han obtenido una licencia, no la han renovado a tiempo o no han realizado el trámite tras mudarse al estado.
Sanciones aumentan
Conducir con una licencia suspendida o revocada, regulado bajo el artículo 14601, se considera una ofensa más grave. Para una primera condena, la multa oscila entre US 1,000, además de una posible pena de cárcel de cinco días a seis meses. A esta sanción se suman dos puntos en el registro de conducción. La reincidencia en un plazo de cinco años eleva las penas, con multas de US 2,000 y hasta un año de cárcel.
Además de las sanciones directas, los vehículos pueden ser incautados hasta por 30 días, y los infractores podrían enfrentar dificultades para obtener seguros de automóvil o consecuencias negativas en procesos de inmigración y empleo. Las autoridades insisten en la importancia de cumplir con la normativa para evitar problemas legales y proteger el historial de conducción.
