Redacción. Un estudio reciente del Observatorio de la Educación de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM) advierte sobre una preocupante situación de inseguridad en los centros educativos de Honduras.
La investigación, realizada en 2024, incluyó encuestas a más de 2,000 directores en los 18 departamentos del país y revela una presencia significativa de violencia, criminalidad y venta de drogas dentro y alrededor de las escuelas.
Hallazgos principales
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1 de cada 5 directores señaló que en las afueras de su centro educativo hay presencia de delincuentes o pandilleros.
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1 de cada 9 afirmó que estos grupos también están presentes dentro del centro escolar.
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1 de cada 8 directores reportó venta de drogas en los alrededores de la institución.
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Además, el 2 % de los subdirectores, equivalente a aproximadamente 500 centros educativos, reconocieron que la droga se comercializa dentro del establecimiento.
El informe describe esta situación como “crítica”, debido a que la violencia está afectando directamente el proceso educativo de niñas, niños y jóvenes.
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Acoso escolar: una problemática persistente
El estudio también aborda el tema del acoso escolar, indicando que 1 de cada 3 estudiantes en educación básica afirma haber sido víctima de este tipo de violencia. Las formas de acoso reportadas incluyen destrucción o robo de pertenencias, amenazas, intimidación, y exigencias como dinero o la realización de tareas escolares para otros.
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El 31 % de los estudiantes mencionó que sus compañeros rompen, roban o esconden sus objetos personales.
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El 11 % señaló que han sido obligados a hacer cosas que no desean, lo cual puede interpretarse como una forma de extorsión.
Estrategias y reacciones institucionales
Frente a esta problemática, algunos centros han comenzado a trabajar tanto con las víctimas como con los agresores. Según Anael Arita, director del Instituto Jesús Milla Selva, los esfuerzos incluyen procesos de formación en resiliencia para los estudiantes afectados y actividades de concientización dirigidas a los que ejercen el acoso, así como trabajo conjunto con los padres de familia.
Desde la UPNFM, también se ha evidenciado que el entorno seguro mejora el rendimiento académico:
“El niño que no ha recibido insultos, golpes o amenazas presenta mejor desempeño en matemáticas y español”, afirmó Russbel Hernández, director del Instituto de Investigación y Evaluación Educativas y Sociales de la universidad.
Recomendaciones
Alexis Vallecillo, presidente del Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras (COPEMH), considera que es necesario reforzar la autoridad tanto de padres como de docentes para recuperar el control y la formación integral de los estudiantes.
El estudio concluye que la violencia en el entorno escolar representa un desafío urgente, y que se requieren acciones coordinadas entre instituciones educativas, familias y autoridades para proteger el derecho a una educación segura y de calidad.
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