Redacción. Andrew Kuzyk, un estadounidense de 63 años residente en Pensilvania, se encontraba en su casa viendo televisión cuando su mascota, un chihuahua llamado Champ, reaccionó de forma inesperada.
El pequeño perro, que nació con solo dos patas, se subió al pecho de su dueño y emitió un gemido inusual. Kuzyk, al notar el extraño comportamiento, prestó atención y pronto sintió una fuerte presión en el pecho, indicio de un posible evento cardíaco.
Su esposa, que también percibió la situación como una emergencia, no dudó en llamar a los servicios médicos. Minutos después, una ambulancia trasladó a Kuzyk al hospital, donde los médicos lo sometieron a una cirugía de urgencia. Durante el procedimiento, su corazón se detuvo en dos ocasiones, pero el equipo médico logró reanimarlo y estabilizarlo.

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Ayuda de su mascota
Afortunadamente, Kuzyk sobrevivió al infarto y ahora se recupera favorablemente. Atribuye su salvación a la reacción de Champ, cuyo comportamiento fuera de lo común lo alertó a tiempo. Según relató al medio británico SWNS, está convencido de que su perro le salvó la vida: «Sé con seguridad que no estaría aquí sin Champ», aseguró con gratitud.
Este caso no solo conmovió a los médicos y a la familia Kuzyk, sino que también destacó la sensibilidad de los animales domésticos para detectar cambios sutiles en la salud de sus dueños. El vínculo entre Andrew y Champ, forjado a lo largo de años de convivencia, resultó vital en un momento límite.

Su capacidad para detectar peligros, su lealtad y su instinto de protección los convierten en compañeros excepcionales. Además, hay perros que asisten a personas con discapacidad visual, auditiva o movilidad reducida, permitiéndoles tener una vida independiente y segura.