Redacción. La mañana de este lunes, Mirna Aracely Ortiz, una enfermera jubilada de 62 años, fue asesinada a balazos frente a los juzgados de Choluteca, en el sur de Honduras, en un hecho que ha conmocionado a la comunidad.
Mirna Ortiz, originaria de Nacaome, Valle, recibió al menos cuatro disparos mientras desayunaba en un negocio de comidas ubicado en las cercanías de la sede judicial.
Según reportes de medios locales, un hombre armado que se desplazaba en motocicleta se acercó a Ortiz. Rápidamente, sacó su arma y le disparó en repetidas ocasiones antes de huir de la escena.
¿Qué dice la Policía Nacional?
El comisionado de la Policía Nacional, Miguel Madrid, se pronunció sobre el crimen y reveló detalles clave en torno a la investigación.
“En el caso de Mirna Aracely Ortiz, según la narración de los hechos, ella llegó al lugar a entregar una encomienda cuando tres hombres armados, en dos motocicletas, le dispararon sin mediar palabra. Sabemos que es el mismo lugar donde aparentemente entregaba encomiendas con frecuencia», detalló Madrid para HRN.
Asimismo, Madrid reveló que la víctima estaba siendo investigada bajo la hipótesis de su presunta participación en la destrucción y venta de cocaína. «Por lo tanto, es posible que su muerte esté relacionada con una investigación por tráfico de drogas», afirmó.
Si bien la Policía Nacional no ha confirmado con certeza el motivo del ataque, esta hipótesis abre la posibilidad de que el asesinato esté vinculado a una disputa en el mundo del crimen organizado.
”¡Es mi mamá!”
Minutos después del crimen, la hija de la víctima llegó al lugar y, entre gritos y llanto, se abalanzó sobre el cuerpo de su madre. ”¡Es mi mamá!”, exclamó desconsolada en una escena que conmovió a testigos y transeúntes.
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Héctor Jiménez, uno de los cuatro hijos de la fallecida, aseguró que su madre trabajaba actualmente en el negocio de entrega y recolección de encomiendas entre Honduras y Estados Unidos. Él expresó su indignación por la situación de violencia en el país.
“Así estamos en este país, no podemos hacer nada, tenemos que andar huyendo”, lamentó el joven, señalando que desconocía si a su madre le robaron algo tras el ataque.
