Fuera de vista
CNN obtuvo una foto del retrato de Obama colgado en una esquina, en el descanso de la entrada a la residencia privada, en la parte superior de la escalera. Esa zona está fuertemente restringida a miembros de la familia presidencial, agentes del Servicio Secreto y un número limitado de empleados de la Casa Blanca.
Una fuente confirmó que el cuadro de Robert McCurdy está completamente fuera de la vista de cualquier visitante que espere ver la pintura fotorrealista.

No es la primera vez que reubican el retrato de Obama. En abril, lo trasladaron al otro lado del gran vestíbulo de la Casa Blanca y lo reemplazaron con una pintura de una escena icónica de Trump sobreviviendo a un intento de asesinato en Butler, Pensilvania.
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El protocolo y la tradición de la Casa Blanca establecen que los retratos de los presidentes estadounidenses más recientes deben ocupar el lugar más destacado en la entrada de la mansión. Deben ser visibles para los invitados en eventos oficiales y para los visitantes durante los recorridos.
El retrato del expresidente Joe Biden aún no está completo. Estas maniobras con los retratos marcan el más reciente desaire de Trump a un rival político percibido.
Tensión con Obama
Este traslado ocurre mientras las tensiones entre Trump y Obama se han intensificado en los últimos meses. Trump acusó recientemente a Obama y a miembros de su administración de traición durante las elecciones de 2016.
La oficina de su predecesor calificó las acusaciones como “escandalosas”, “extrañas” y “un débil intento de distracción”, provocando una inusual declaración de su parte.
La secretaria de Justicia de Trump, Pamela Bondi, ordenó posteriormente a los fiscales iniciar una investigación con jurado investigador sobre las acusaciones de que altos funcionarios de la administración Obama fabricaron información sobre la injerencia rusa en las elecciones de 2016.
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También existen tensiones de larga data entre Trump y la familia Bush. El expresidente George H. W. Bush, fallecido en 2018, calificó a Trump de “fanfarrón” en una biografía y votó por Hillary Clinton en las elecciones de 2016.
George W. Bush, a quien Trump ha tildado de presidente “fracasado y poco inspirador”, y la ex primera dama Laura Bush asistieron a la investidura presidencial de 2025, pero no al almuerzo posterior.
CNN contactó a la Casa Blanca y a la Asociación Histórica para obtener comentarios. Un portavoz de la oficina de Obama declinó hacer declaraciones.
Durante su primer mandato, Trump reemplazó los retratos de Bill Clinton y George W. Bush en el gran vestíbulo, optando por destacar a William McKinley y Theodore Roosevelt.

Retratos Presidenciales
La Asociación Histórica de la Casa Blanca financia de forma privada la tradición formal del retrato presidencial. Esta costumbre surgió a principios de la década de 1960 bajo la primera dama Jacqueline Kennedy, según la excuradora Betty Monkman.
Antes de eso, la política era relativamente “desordenada”, dijo Monkman en un pódcast de 2017 para la asociación. Los retratos se financiaban con fondos del Congreso o los encargaban amigos o el propio presidente.
En la era moderna de los retratos, los presidentes y primeras damas han invitado a sus predecesores, exempleados, amigos y familiares a las ceremonias de develación.
“Es un gesto de generosidad por parte del presidente y la primera dama invitar a todas estas personas de una administración saliente”, dijo Monkman, recordando una ceremonia durante la administración de Johnson para la develación del retrato de Eleanor Roosevelt.