SAN PEDRO SULA, HONDURAS. Este sábado 8 de abril, tres jóvenes, entre ellos, dos universitarios, irán al Hospital Mario Catarino Rivas a las 6 de la tarde, con el único fin de regalar comida a las personas que sufren de la pobreza en nuestro país y que no tienen para ni una cena.
Los muchachos son: Adán Hernández Matute, estudiante de secundaria, Roberto Carlos López, quien estudia Pedagogía en la Universidad Nacional Autónoma en el Valle de Sula y Wálter Orlando Hernández, pasante de la Facultad de Periodismo en la UNAH-VS, siempre en la zona norte de Honduras.
Entre las cosas a llevar están, platos plásticos, vasos desechables, servilletas, tenedores, comida, pero se necesita mucho más. Asimismo, uno de ellos aseveró que han recibido incluso ayudas desde los Estados Unidos, quienes han decidido poner un granito de arena con los familiares de los pacientes que acuden al segundo hospital más grande del país y sobretodo, con la intención de poder ayudar y dejar de quejarnos, así como de hacer el llamado a la población e general a que hagamos algo por los demás, siempre siguiendo el dicho aquel, que «nadie es tan pobre como para no poder aportar y nadie es tan rico como para no poder llegar a necesitar».
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El Rivas y su situación crítica
El Hospital Mario Catarino Rivas es uno de los más grandes del país, pero a su vez, uno de los que más carecen de buena atención o servicio médico, ya sea por no haber una buena administración, pobreza de medicamentos, mal equipo médico o porque ser público “es un delito”.
El Mario Rivas en varias ocasiones se ha mostrado inseguro e insalubre, la gente entra y sale sin control y las bolsas de basura en las salas son la prueba de la ausencia de los guardias de seguridad y del personal de limpieza.
Se podría decir que ni los empleados, peor los pacientes tienen buena seguridad, hay riesgo casi en todo momento y están a la “mano de Dios”. El Hospital Mario Catarino Rivas es el centro sanitario más importante del norte de Honduras y atiende a miles de pacientes que llegan desde varias ciudades del país y algunos de ellos mueren por ineficiencia, han alegado familiares de las víctimas en reiteradas ocasiones.
