Redacción. En medio de las negociaciones para un Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Honduras y la República Popular China, se abren inquietudes sobre el impacto económico que este acuerdo podría tener en el país.
La reciente participación de Eduardo Facussé, expresidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), y Rubén Sorto, empresario destacado, en un foro televisivo, ha puesto sobre la mesa aspectos que podrían generar un desbalance comercial y fiscal considerable para Honduras.
Facussé criticó duramente la decisión de romper relaciones con Taiwán, señalando que el país asiático fue un aliado clave en el pasado, especialmente en la compra de productos hondureños, como el camarón, cuyos ingresos se han visto drásticamente reducidos tras el giro diplomático hacia China.
«Nosotros le dimos una patada a los chinos de Taiwán, una pésima decisión», afirmó Facussé. Además, enfatizó que la relación con China continental podría no traer los beneficios que se esperan.
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Déficit fiscal y la pérdida de ingresos
El tratado propuesto con China contempla una mayor importación de productos sin aranceles, lo que representa una pérdida de ingresos fiscales para el país. «Ese dinero que se necesita para el fisco lo vamos a dejar de percibir», alertó el empresario.
Además, Facussé señaló el déficit comercial que enfrenta Honduras, que en 2024 alcanzó los 4 mil millones de dólares, lo que deja al país en una posición vulnerable. «Si no exportamos más, tendremos que recurrir a préstamos, y serán las futuras generaciones las que asumirán la carga», advirtió.
«Me escandalizó todo lo que se exportó en el 2024, fueron 11,212 millones de dólares, eso incluye todo, e importamos 15,000 millones de dólares», expresó.
Altos costos internos y su impacto en las inversiones extranjeras
Por otro lado, Rubén Sorto abordó otro factor crítico: los costos internos de Honduras que afectan la rentabilidad de las inversiones extranjeras. Según Sorto, los elevados costos de mano de obra, propiedades, construcción y logística hacen de Honduras un país poco atractivo para los inversores.
«Los costos representan el 50 % de la toma de decisiones de los inversionistas. En Honduras, los costos no nos avalan», expresó, cuestionando las políticas del gobierno de Xiomara Castro para atraer inversión extranjera directa.
El peligro de un intercambio desigual
El temor a repetir la experiencia de Costa Rica, que desde 2007 tiene relaciones diplomáticas con China tras romper con Taiwán, se ha vuelto cada vez más evidente. Aunque Costa Rica optó por establecer relaciones con la República Popular China, los expertos señalan que este cambio no ha beneficiado su comercio bilateral, ya que ha generado un déficit que continúa afectando su economía. Este desajuste comercial podría replicarse en Honduras si no se gestionan adecuadamente las expectativas generadas por el TLC.
El tratado con China presenta una contradicción entre los posibles beneficios de importación sin aranceles y los riesgos de un desbalance comercial aún mayor. Mientras que el gobierno hondureño apuesta por los beneficios económicos que podría generar la relación con el gigante asiático, los empresarios y expertos alertan sobre las consecuencias a largo plazo de un TLC que podría dejar al país más vulnerable a las fluctuaciones del comercio internacional.
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