TEGUCIGALPA. La trata de personas se ha convertido en negocio redondo para bandas criminales en Honduras.
Recordemos que la trata consiste en facilitar, promover, retener, o tener recepción de personas. Por su parte, esto puede ser dentro o fuera del territorio nacional, recurriendo a la amenaza, uso de la fuerza u otras formas de coacción.
Dentro de la trata, las personas son sometidas a la servidumbre, esclavitud, trabajos o servicios forzosos, mendicidad, embarazo forzado, tráfico ilícito de órganos y explotación sexual comercial. Además, el reclutamiento de personas menores de 18 años se utiliza para actividades criminales.
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Según expertos en el tema:
“Unos cuatro millones de personas, menores de 18 años en Honduras y un 70 por ciento menores de 30 años representan los grupos vulnerables del sistema, estos son los más afectados y a los que se les violentan sus derechos. Incluso el más elemental que es el derecho a la vida” expreso Wilmer Vásquez, Red Coiproden.
Otro que se pronuncia en relación a este tema es el Director de casa Alianza en Honduras, José Guadalupe Ruelas, donde manifestó que esto atribuye precisamente a la falta de institucionalidad por parte de los entes operadores del Estado.
“Aunque las instituciones han aumentado el combate, hemos visto que la magnitud ha crecido. Asimismo, la participación de agentes estatales en este tipo de actividades”, arguyó.
De igual manera, declaró que hay más factores económicos y sociales que intervienen para que este fenómeno se de en el país.
En cuanto a la explotación sexual, Ruelas explicó que este es un negocio que ha aumentado también debido la debilidad institucional. “La capacidad de respuesta del Estado para prevenir es baja”, explicó.
Asimismo, mencionó que en cuanto a la explotación sexual, muchas veces ni siquiera se les remunera a las mujeres. Así como tampoco a los menores que son utilizados para cometer este delito.
“En el tema de la trata, las victimas no reciben remuneración, solamente son explotadas”.
Mientras que, “en la explotación sexual, las victimas si reciben una paga, pero sigue siendo trata de personas”, explicó.
Cabe destacar, que en Honduras este delito se castiga con penas de hasta 22 años y medio de reclusión. Es por ello que defensores piden fortalecer las acciones encaminadas a la prevención. Asimismo, atención integral a las víctimas, persecución y sanción del delito con todo el peso de la ley.
