Tegucigalpa, Honduras. Miles de migrantes indocumentados, entre ellos muchos hondureños, son obligados por diferentes cárteles de la droga y otras estructuras criminales a vender y distribuir drogas en San Francisco, Estados Unidos (EEUU).
Huyendo de la pobreza y la violencia que azota Honduras, estos emprenden el viaje hacia Estados Unidos, en un intento por mejorar su calidad de vida y la de sus familiares.
El Estado de California, en el oeste de EEUU, es un punto geográfico accesible para los principales carteles que llegan desde México y otras partes del mundo.
«Boom» inmobiliario en Honduras
Según el diario estadunidense, San Francisco Chronicle, en el Valle de Siria, en Honduras, estos mandan construir «mansiones» que no están al alcance de cualquier habitante del país.
San Francisco Chronicle entrevistó a 25 traficantes hondureños, la mayoría de ellos procedentes del Valle de Siria, que está conformado por los municipios de El Porvenir, San Ignacio y Cedros, en el departamento de Francisco Morazán.
La investigación concluye que el Valle de Siria ha tenido un «boom inmobiliario», pues muchas de las casas cuentan con las iniciales de SF, en referencia a la ciudad de San Francisco, mientras otras muestran el reconocido puente Golden Gate.
Sometidos al narcotráfico
La construcción de lujosas viviendas en este valle, sin embargo, no es exclusivo de los traficantes en la ciudad estadounidense, ya que otros carteles y bandas criminales usan este método de invertir su dinero.
Según Leandro Osorio, excomisionado de la Policía Nacional, este método no se puede considerar un lavado de dinero, porque para que eso sea así tiene que haber una investigación previa que lo confirme con pruebas. «En Honduras no habido una investigación por parte de los Estados Unidos», dijo.
Sin embargo, según las hipótesis de San Francisco Chronicle, el ingreso del dinero procedente del narcotráfico se envía normalmente por el método de remesas para los familiares en Honduras.
A los cárteles de la droga se les facilita utilizar a los migrantes por considerarse «mano de obra barata», consideró Osorio.
La investigación del diario estadounidense también concluye que la mayoría de hondureños están llegando a San Francisco lo hacen con la intención de vender drogas y poder así enviar dinero a sus familiares en Honduras.
Cárteles de la droga en California
Según San Francisco Chronicle, en California operan dos principales cárteles, que además de traficar drogas también secuestran y obligan a los emigrantes a trabajar para ellos.
Estos son el cártel de Sinaloa y el cártel Jalisco Nueva Generación. Según el medio estadounidense, las filiales de estos cárteles en EEUU cumplen funciones específicas que también incluyen el lavado de dinero, lo que deja entrever su alta capacidad de operación.
“En la mayoría de los casos, las personas contratadas para transportar cargamentos de droga dentro de Estados Unidos son ‘contratistas’ independientes que pueden trabajar para varias organizaciones criminales de México. Los grupos locales más pequeños y bandas callejeras -que no están directamente afiliadas a los cárteles- suelen encargarse de la distribución al por menor”, indica el diario.
Dónde operan
De acuerdo con fuentes oficiales, son nueve organizaciones que operan en suelo estadounidense; la DEA sólo retomó cinco para indicar en qué ciudades y condados llevan a cabo sus actividades criminales.
El Cártel de Sinaloa es el que cuenta con mayor presencia, ya que abarca 21 de los 50 Estados. Por su parte, el Cártel Jalisco Nueva Generación opera en 19 localidades de 11 Estados.
Los «Hondos»
Según la investigación, los traficantes hondureños se hacen llamar «los hondos», y se centran en el área de la bahía de San Francisco. Sin embargo, como consecuencia de la pandemia del COVID-19, se dedicaron a la venta libre en las las colonias Tenderloin y South of Market.
Actualmente, estos hondureños provienen de una misma familia o se conocen desde hace mucho tiempo, sugiere la investigación.
El San Francisco Chronicle constató, además, que cada hondureño puede generar hasta 350 mil dólares al año (unos 8 millones 652 mil lempiras al cambio) vendiendo droga. Esta cifra puede aumentar si colaboran en una operación local.
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No solo hondureños
En California, la mayoría de inmigrantes son de procedencia mexicana, pero también hay muchos que provienen de otros países de Latinoamérica. Muchos de ellos llegan con el propósito de trabajar en las estructuras crimínales y otros son obligados en la frontera a trabajar para las organizaciones criminales.
Mike Vigil, exagente de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), señaló a Diario Tiempo que no solo hondureños trafican drogas en San Francisco, sino también indocumentados de otros países, incluso algunos estadounidenses.
Fentanilo
Además, Estados Unidos lucha actualmente contra la venta de una nueva droga llamada fentanilo, cuyo bajo costo en comparación con la cocaína resulta más factible para muchos consumidores.
Se trata de un potente opioide sintético utilizado como analgésico. Tiene una potencia superior a la morfina, por lo que se emplea a dosis más bajas para lograr efectos similares.
Se emplea en forma de parches que se colocan bajo la lengua, en forma de spray nasal, comprimidos para chupar, vía intravenosa o inyección. Y además es un 50% más potente que la cocaína y un 100% más fuerte que la heroína.
Utilización
En muchas partes de Estados Unidos esta droga es combinada con metanfetamina, marihuana o cocaína. Muchas veces, los consumidores no lo notan; inclusive algunos desconocen la afectación que este tipo de sustancia genera.
Mike Vigil aseguró que esta droga es una de las más factibles para la distribución en EEUU. Esto porque es difícil detectarla, y eso dificulta la lucha antidrogas en ese país.
«Durante estos cuatro años, EEUU ha reportado el decomiso de más de 17 mil libras de fentanilo procedente de varios países», dijo Vigil.
Leyes en California
El artículo 11351 del Código de Salud y Seguridad del Estado de California prohíbe la venta o distribución ilegal de narcóticos. Y la tenencia o compra de ciertas sustancias controladas u otras drogas con la intención de venderlas está tipificada como un delito.
Sin embargo, muchos hondureños que se dedican a la venta de drogas eligen trabajar en San Francisco porque ahí tienen menos probabilidades de ser deportados.
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«La razón es porque en San Francisco es como si estuvieras aquí en Honduras», indica el diario. «La ley, porque no deportan, ese es el problema. Muchos buscan a San Francisco porque es una ciudad santuario. Vas a la cárcel y sales», comentó un traficante hondureño entrevistado.
Acusaciones
Más de 200 migrantes hondureños fueron acusados de tráfico de drogas desde el año 2022, según la investigación. Ninguno fue deportado pese a la gravedad de su delito.
La investigación amplió que solo el 6% de las personas acusadas por venta de drogas en San Francisco entre 2018 y 2022 fueron condenadas. A otros los declararon culpables de delitos menores o se les desestimó los cargos.
En muchos casos, a los traficantes los ponen en libertad bajo palabra antes del juicio. Esto significa que no tienen que pagar una fianza. Pero es posible que deban consultar periódicamente con un administrador de casos, agregó el diario.
Los dos expertos consultados por Diario Tiempo, Vigil y Osorio, coinciden que la venta de droga en San Francisco no es nuevo. Esto a razón de que su alto consumo en EEUU motiva a los cárteles a tener control en ese país.