Redacción. Toyota centró su producción en México en la pick-up Tacoma. Esta decisión estratégica ha sido clave para enfrentar la compleja situación comercial en Norteamérica. Mientras otras automotrices ajustan sus líneas o se repliegan, Toyota mantiene su estabilidad con un solo modelo: la Tacoma.
Las plantas de Tijuana y Apaseo el Grande ensamblan exclusivamente la camioneta. Entre enero y mayo de 2025, la producción alcanzó 133,174 unidades, lo que representa un crecimiento del 63.4 % respecto al año anterior. Las exportaciones aumentaron un 72 %, impulsadas por la demanda en Estados Unidos.
Según Toyota, el 90 % de las unidades fabricadas en México se exportan a Norteamérica. En Estados Unidos, la Tacoma es la pick-up mediana más vendida, superando a modelos como la Ford Ranger y la Chevrolet Colorado. Las ventas crecieron 177.5 % en el primer trimestre y 48.4 % en el segundo.
Un viraje estratégico oportuno
En 2017, durante el inicio del mandato de Donald Trump, Toyota tomó una decisión clave. Cambió la producción del Corolla a Alabama y concentró la Tacoma en México. Antes, la Tacoma se fabricaba en Texas y Baja California. Esta concentración en México fue vista con escepticismo, pero hoy es una ventaja.
Toyota cerró la línea de producción en San Antonio y trasladó toda la fabricación, incluida la versión híbrida, a México.
Escenario complejo, pero controlado
Este año, las exportaciones mexicanas enfrentan tres nuevos aranceles en EE. UU.: uno por incumplimiento del T-MEC, otro por contenido no estadounidense y uno más por acero y aluminio importados. La Tacoma cumple con el contenido regional y está exenta del primer arancel, pero las otras dos cargas aplican.
Marisol Blanco, directora de Comunicación de Toyota México, afirmó que no han tenido afectaciones en producción ni exportaciones. Pero el principal reto es la trazabilidad de las piezas, ya que las reglas exigen conocer el país de origen de cada componente. Muchas partes no pueden acreditarse con certeza, por lo que Toyota paga aranceles por piezas cuyo origen aún no se puede comprobar.
El motor de la Tacoma es 100 % estadounidense y está exento, aunque otras piezas generan dudas. La empresa trabaja con las autoridades para mejorar la trazabilidad y reducir la carga fiscal.

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Impacto desigual
Guillermo Díaz, presidente de Toyota Motor Sales México, explicó que el impacto de los aranceles es mayor en Estados Unidos. Allí, los productos subirán de precio y el consumidor lo pagará. En México, los márgenes se han mantenido gracias al tipo de cambio, tasas estables y la ausencia de represalias arancelarias.
Díaz señaló que la operación en México es estable, pero Toyota Norteamérica enfrenta retos similares a otras marcas japonesas. Concentrar la producción en un solo modelo puede ser un riesgo; sin embargo, por ahora, la Tacoma le da a Toyota un mayor control sobre su operación.
Mientras General Motors traslada modelos a EE. UU. para evitar aranceles, Toyota mantiene su producción. Blanco aseveró que prefieren estabilidad y cautela para consolidar resultados.
