Joaquin Baldemar Alvarado
La Honduras de los momentos actuales es de crisis de todo tipo, una de las más importantes para el ciudadano es la que se refiere a la necesidad de asegurar el respeto y la plena vigencia.
de las libertades individuales y los derechos fundamentales del ciudadano.
Como garantía individual, la libertad de pensamiento y expresión deben traducirse en actos de opinión pública, deber ser un derecho inalienable y a la vez un deber.
En el ámbito nacional se ha venido observando una conducta gubernamental atentatoria al derecho de la libre expresión y emisión del pensamiento, la prensa nacional y el pueblo han observado la persecución, la amenaza, el atentado y el asesinato de mas de treinta periodistas, asimismo un sistemático procedimiento legal en contra de los periodistas, David Romero Ellner, Edras Amado Lopez, Julio Ernesto Alvarado y Adolfo Hernández, es decir los más visibles con la denuncia a los desafueros del presente régimen, que está llegando a niveles delictivos, puesto que no se puede actuar contra los bienes y las personas si no hay un juicio previo para juzgar y proceder contra alguien. Ahora le ha tocado a Diario Tiempo, publicación que se ha ganado pulso a pulso el respeto de todos los sectores representativos de la nación.
Para nosotros, la acción vandálica de algunas autoridades como en el caso de Diario Tiempo, refleja varias cosas, entre ellas que, ninguna de las autoridades le dio la valoración correspondiente – incluyendo al que le dicen presidente- que cerrar un periódico equivale a negar la institucionalidad de la libertad de expresión y de información, lo que significa decirle al mundo que en Honduras las libertades públicas han desaparecido, que no somos una sociedad libre y lo que es peor , que se ha impuesto la dictadura del pensamiento unipersonal y se ha decretado la muerte a la libertad de prensa.
En todo esto sabemos que el régimen obedeciendo ordenes del gobierno de Estados Unidos ha procedido al ahogamiento de Editorial Honduras S.A de C.V, son hechos a todas luces condenables, pero lo mas deleznable es que los otros medios escritos, televisivos y radiales del país han observado un silencio y una pasividad respetable con el cierre de Diario Tiempo, no sabemos si también hubiesen callado si esto hubiera sucedido en Venezuela, Brazil, Argentina, Ecuador o Bolivia.
El cierre de Diario Tiempo indudablemente que es una mala noticia para la democracia y para el ejercicio de la libertad de expresión y de las libertades publicas, mas ahora que necesitamos tanto de voces frescas y alternativas.
No hay argumento alguno valedero para justificar tan deleznable acción gubernamental, han actuado con tanta velocidad y alevosía que la acción más parece un asalto a medianoche que una acción legal y justa.
Diario Tiempo siempre estuvo fiel a la cita con sus lectores y anunciantes, no solo en la puntualidad de la entrega, también en su contenido y compostura intelectual de su forjadores de opinión y colaboradores, en sus páginas se publicaron escritos de valiosos intelectuales nacionales y extranjeros, entre ellos Edmond Bográn, Ventura Ramos, Ramón Oquelí, Filander Díaz Chávez, Rigoberto Paredes, todos ellos fallecidos. Entre otros tantos, Helen Umaña, Victor Meza, Julio Escoto, Juan Almendares Bonilla, Victor Manuel Ramos, Arturo Rendon Pineda, Alfredo Haces, Cesario Padilla, Alejandra Hidalgo, German Espinal, Marco Tulio del Arca, y otros tantos analistas y escritores jóvenes valiosos que se nos hace difícil enlistarlos en este escrito.
Para algunos sectores y personalidades del ámbito político, empresarial e intelectual del país, la acción del régimen ha sido calificada como troglodita, que entre otras cosas conlleva el propósito de acallar las voces y señalamientos de la intelectualidad patriótica del país, y con esto cercenar parte de la memoria histórica de nuestro pueblo, de borrar el camino andado por una democracia verdadera, respetuosa y libertaria, porque Diario Tiempo ha sido la antorcha permanente de las luces mas avanzadas en el conocimiento y descripción de la realidad nacional.
Esto que decimos puede parecer como una utopía para algunos, y es cierto,pero es una utopía a medio andar, inconclusa, por tanto queda mucho que hacer por la Honduras que anhelamos todos. Porque el buen periodismo es progreso, es avance, es respeto por todos y todas, por cada uno de los derechos de las minorías, respeto al medio ambiente, a la educación y la cultura.
Diario Tiempo enfrenta otro reto más en su existencia y uno de ellos es el milagro de vivir y sobrevivir en medio de esta selva neo-liberal, oscurantista, criminal y depredadora, esta coyuntura es crucial porque es inherente a su existencia y a su compromiso con la democracia y la libertad.
Nos adherimos a las voces de solidaridad y apoyo por la causa de los empleados y trabajadores de Diario Tiempo, que en todo momento han estado fieles en la misión periodística, son los que han hecho posible el lema «el diario que se lee primero».
