REDACCIÓN. La Secretaría de Salud de Honduras confirmó el lamentable fallecimiento de un niño de apenas dos años a causa de la tosferina, en la ciudad de San Pedro Sula, departamento de Cortés, al norte del país. Este nuevo deceso eleva a cuatro el número de muertes por esta enfermedad en lo que va del año.
La información fue proporcionada por Leticia Puerto, técnica en vigilancia de Enfermedades Prevenibles por Vacunas, durante una entrevista con el noticiero Hoy Mismo de TSi. Según explicó, el menor falleció recientemente y es uno de los 44 casos de tosferina registrados en Honduras en 2025.
“Sí, lamentablemente ya sumamos 44 casos de tosferina este año. El más reciente corresponde a un bebé, el cual lamentablemente murió en la región norte”, detalló la funcionaria.
Puerto hizo un llamado urgente a los padres de familia para que completen los esquemas de vacunación de sus hijos, subrayando que la tosferina es una enfermedad completamente prevenible mediante la inmunización temprana.
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Baja cobertura de vacunación, un riesgo creciente
La Secretaría de Salud ha identificado una preocupante tendencia en el país: un número creciente de padres están omitiendo llevar a sus hijos a vacunar, lo que deja a la población infantil vulnerable a enfermedades graves. Esta situación está propiciando el aumento de casos de tosferina y otras enfermedades prevenibles por vacunas, como el sarampión, la rubéola y la poliomielitis.
“Si no inician o no completan el esquema de vacunación, los niños quedan expuestos. La única forma de protegerlos es la prevención”, enfatizó Puerto.
La funcionaria advirtió que, de continuar esta baja en la cobertura de vacunación, podrían presentarse más brotes y fallecimientos.
¿Qué es la tosferina?
La tosferina, también conocida como pertussis o “tos convulsa”, es una infección respiratoria altamente contagiosa causada por la bacteria Bordetella pertussis. Afecta especialmente a los bebés y niños pequeños, quienes pueden presentar síntomas severos e incluso morir si no reciben tratamiento adecuado.
Los síntomas característicos incluyen:
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Tos persistente y agresiva (conocida como “tos perruna”).
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Fiebre leve.
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Dificultad para respirar.
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Vómitos después de episodios de tos.
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Problemas para alimentarse, especialmente en los lactantes.
