Redacción. La Secretaría de Salud confirmó cinco casos positivos de tos ferina en el departamento de Atlántida, lo que ha encendido las alertas sanitarias en la zona norte del país. Cuatro de los contagios fueron identificados en La Ceiba y uno en el municipio de Jutiapa.
La enfermedad, conocida también como pertussis, es una infección respiratoria aguda altamente contagiosa, causada por la bacteria Bordetella pertussis. Su transmisión ocurre por contacto directo con gotículas expulsadas al toser o estornudar, y puede ser especialmente grave en lactantes y niños no vacunados.
“Hay preocupación porque estos casos aparecen en municipios donde existe cobertura de vacunación, pero también donde se han identificado niños con esquemas incompletos. Esto incrementa el riesgo de transmisión comunitaria”, explicó Ingrid Medina, jefa de vigilancia de la salud en la región.
En el departamento de Lempira, los casos de tos ferina también muestran una tendencia al alza. En los últimos días, las autoridades sanitarias confirmaron dos nuevos contagios, lo que ha elevado la preocupación en esa zona del occidente del país.
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Síntomas y riesgos
Los síntomas iniciales de la tos ferina pueden pasar desapercibidos, ya que se asemejan a los de un resfriado común: congestión nasal, fiebre leve, estornudos y tos seca. Sin embargo, la tos suele intensificarse después de una o dos semanas, con accesos severos que pueden dificultar la respiración, provocar vómitos o generar complicaciones pulmonares.
Los grupos con mayor riesgo de complicaciones son los menores de cinco años, especialmente lactantes no inmunizados, así como personas con enfermedades crónicas o sistemas inmunológicos debilitados.
Medidas de control
El tratamiento principal consiste en la administración oportuna de antibióticos y el aislamiento de los casos positivos, para interrumpir la cadena de contagio. Asimismo, se recomienda la vigilancia médica constante en personas que presentan síntomas sospechosos o que han tenido contacto con casos confirmados.
Las autoridades también han reforzado la vigilancia epidemiológica activa en centros educativos, barrios vulnerables y unidades de salud, con el objetivo de detectar oportunamente nuevos casos y evitar una propagación masiva.
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