Redacción. Un tiroteo en el Hospital Integris Health de Enid, Oklahoma (EE. UU.), dejó dos muertos, incluido el atacante, la noche del domingo. La policía local informó que ningún agente resultó herido durante la intervención.
La Oficina de Investigaciones del Estado de Oklahoma (OSBI) indicó que el ataque comenzó con una llamada por violencia doméstica poco antes de las 11 p. m. La policía de Enid rastreó el vehículo del sospechoso hasta el hospital, ubicado en Owen K. Garriott Road, minutos después.
Al llegar, los agentes encontraron al sospechoso estacionado frente a la puerta principal. Según la OSBI, el hombre disparó a los oficiales antes de ingresar al hospital y efectuar varios disparos dentro. Una víctima recibió un disparo y falleció posteriormente.
La policía respondió y abatió al sospechoso. Las autoridades confirmaron que tanto la víctima como el agresor eran hombres y siguen investigando si tenían alguna relación.
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Tiroteo
Durante el tiroteo, el hospital entró en cuarentena (lockdown) para proteger a pacientes, personal y visitantes. Agentes especializados asumieron el control de la escena y comenzaron a investigar los motivos del ataque, para determinar si se trató de un acto dirigido o aleatorio.
Las investigaciones continúan y las autoridades locales recomiendan a la población mantenerse informada a través de fuentes oficiales y medios de comunicación mientras se desarrollan nuevos detalles.
En Estados Unidos, los tiroteos representan una de las principales preocupaciones de seguridad pública, con incidentes que ocurren en espacios tan diversos como escuelas, hospitales, centros comerciales y lugares de culto.
La disponibilidad de armas de fuego, unida a factores sociales y psicológicos, ha generado una alta frecuencia de estos hechos, que dejan cada año miles de víctimas mortales y heridos.
