Redacción. La creciente proliferación de tiendas chinas en Tegucigalpa y Comayagüela ha encendido las alarmas entre los comerciantes locales, quienes enfrentan una competencia desigual que amenaza su sustento.
Los efectos de esta problemática impactan fuertemente con caídas en las ventas, cambios en los precios y una incertidumbre sobre el futuro del comercio local.
José Jorge Medina, un comerciante con más de 30 años de experiencia, compartió con Diario Tiempo que las ventas han disminuido considerablemente este año, llegando a registrar ingresos de apenas 1,500 lempiras diarios en comparación con los 2,000 o 4,000 que solía obtener en años anteriores. Según Medina, la presencia de negocios chinos es una de las principales razones detrás de esta baja en ventas.
Otro comerciante, José Rolando Martínez, quien se dedica a la venta de calzado, comentó que a pesar de haber invertido una suma considerable de dinero, no ha logrado obtener las ganancias esperadas. Martínez expresó: “Hay más comercios chinos ahora en Comayagüela y más modernos. A saber qué va a pasar si las cosas siguen así”.
En el centro de Tegucigalpa, otro comerciante explicó que ya existen casi 10 negocios chinos en la zona, mientras que en Comayagüela la presencia de estos establecimientos es aún mayor. Esta situación, combinada con los bajos costos de los productos chinos, ha generado una competencia feroz que los comerciantes locales encuentran difícil de superar.
Precios atractivos
Por otro lado, los compradores han señalado que los precios accesibles son el principal atractivo de estos establecimientos. Elizabeth Navarro, consumidora habitual, comentó que busca siempre lo que más convenga para su presupuesto.
Además, emprendedores como Manuel Aguilar encuentran en estas tiendas una oportunidad para sus negocios, ya que los precios al por mayor les permiten obtener buenas ganancias. Aguilar aseguró que adquiere productos como protectores, cargadores y parlantes, entre otros, para revenderlos con éxito. «Cómo no van a superar a los demás negocios si estos lugares venden productos muy baratos… Yo todos los días vengo aquí (tienda de accesorios para celulares) porque obtengo buenas ganancias», expresó.
Mercado en crisis
Para Rolando Alvarenga, presidente de Fedecámara, el auge de la mercadería china responde a una intensa promoción de su importación. Este fenómeno ha afectado especialmente a las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), que dependen de las ventas de fin de año para recuperar su inversión, explicó.
Según Alvarenga, algunos negocios reportan caídas de hasta un 70% en sus ingresos debido a esta ‘invasión china’. «El volumen de estos negocios es alto, entonces los costos son menores, por lo que los precios son más bajos que los locales», explicó.
Además, Alvarenga dijo que estos sorprendentes precios generan una presión adicional sobre los comerciantes locales, que no tienen capacidad para competir en igualdad de condiciones.
En ese sentido, el presidente de Fedecamara urgió al gobierno a implementar medidas regulatorias, como exenciones fiscales temporales para pequeños emprendedores, que les permitan recuperarse y crecer en un mercado cada vez más competitivo. «El ministerio de Desarrollo, Aduanas y Cancillería tienen que revisar esos números de productos que han entrado de China, cuánto han pagado de impuesto para ver con qué precios han entrado estos productos, porque si entran masivamente, entonces los costos para ellos son mucho menores», agregó.
Además, recordó que las mipymes representan casi el 60% del Producto Interno Bruto y emplean al 70% de la población activa, lo que denota su importancia para la economía nacional.
Déficit comercial
La incertidumbre persiste, especialmente ante la posible entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio con China. Los expertos coinciden en que se necesitan soluciones innovadoras y adaptativas para enfrentar esta situación, priorizando tanto el bienestar de los consumidores como la sostenibilidad de los negocios locales.
El economista Martín Barahona describió el déficit comercial entre Honduras y China como «descomunal». Explicó que mientras Honduras exporta productos como café y artesanías por un valor aproximado de 30 millones de dólares, las importaciones desde China superan los mil millones anuales.
Barahona señaló que un Tratado de Libre Comercio (TLC) bajo los modelos actuales podría agravar esta situación, ya que los chinos producen prácticamente todo internamente y su economía está orientada a la exportación. “Lo ideal sería enfocar los acuerdos en la transferencia tecnológica y no en el intercambio desigual”, sugirió. Finalmente, opinó que los representantes de Honduras deben ser estratégicos al negociar con China.
La expansión de las tiendas chinas en Tegucigalpa y Comayagüela representa un desafío para el comercio local y la economía nacional. Mientras los consumidores se ven atraídos por los precios competitivos, los pequeños y medianos empresarios lamentan las bajas ventas.