HONDURAS. La tensión entre los transportistas y el gobierno continúa escalando, con un ultimátum que podría tener un fuerte impacto en los más de 500,000 ciudadanos que utilizan el transporte en Tegucigalpa, capital de Honduras.
El conflicto recae en la falta de pago del bono compensatorio por parte del Instituto Hondureño de Transporte Terrestre (IHTT) a los transportistas, el cual funciona como un subsidio destinado a evitar que los hondureños tengan que pagar un incremento de tres lempiras en el costo del pasaje. Sin embargo, la problemática se ha intensificado porque el instituto les adeuda más de 200 millones de lempiras.
Los transportistas, entonces, amenazan con cobrar los tres lempiras más a los usuarios en su tarifa, pero las autoridades aseguran que no permitirán ningún aumento. Es por ello que dieron un ultimátum al gobierno, argumentando los elevados costos operativos y de mantenimiento.
Sin embargo, la capital enfrenta una situación crítica, ya que más de 500,000 ciudadanos dependen diariamente del transporte. Un incremento en el pasaje podría representar una carga económica considerable para muchos de los pasajeros.
«Es preocupante»
En una reciente encuesta realizada en por Diario Tiempo en Facebook, ciudadanos mostraron preocupación y descontento.
«Es preocupante. El salario mínimo sigue siendo miserable, mucha gente no puede costear el gasto del bus, ya pusieron el pasaje exageradamente caro», opinó la ciudadana Evy Cabrera. Por su lado, Gladys Ondina comentó: «No, ya no nos alcanza nuestro pobre salario».
También, surgieron críticas sobre la calidad del servicio que actualmente ofrecen los transportistas, cuestionando tanto las condiciones del viaje como el comportamiento de los chóferes y sus ayudantes.
«Estaría bueno si dieran buen servicio, con conductores profesionales y educados, únicamente pasajeros sentados, pero no nos están brindando buen servicio y quieren cobrar más», exclamó Ilce.
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Advertencias
Por una semana emplazó el sector transporte al gobierno para que cumpla con el pago del subsidio que aún no se ha efectuado. Wilmer Cálix, dirigente del transporte urbano, advirtió que, si el gobierno no cumple con las demandas del sector, los transportistas no tendrán otra opción que tomar las calles en señal de protesta.
«Le hemos dado un plazo desde febrero a este gobierno para solucionarlo. Hasta el día de hoy no hay un decreto ni los recursos», lamentó Cálix.
El dirigente también solicitó al gobierno que aclare si tiene la capacidad de continuar otorgando el subsidio o bono que permite mantener congelada la tarifa del pasaje. «Si no pueden seguir subsidiando o bonificando a un millón de hondureños en cuatro ciudades (Choluteca, Tegucigalpa, San Pedro Sula y La Ceiba), que son los que utilizan el transporte urbano, que nos digan claramente para cobrar la tarifa real», exigió Cálix.
Cálix reveló que en el Presupuesto General de la República para el año fiscal 2022 se asignaron fondos al IHTT específicamente para cubrir este subsidio. Sin embargo, según Cálix, desde febrero el gobierno ha incumplido con la entrega de estos fondos, lo que ha puesto en una situación precaria tanto a los transportistas.
Por su lado, Jorge Lanza, otro dirigente del sector transporte, señaló que el problema no se limita solo al impago del subsidio. Según Lanza, hay una agresividad por parte de las autoridades del transporte, quienes imponen severas multas por cualquier infracción.
El dirigente también contó que muchos transportistas tienen hipotecadas sus casas y autobuses, ante la falta de recursos. «Estamos en una situación de miseria y hambre, parece que esto es lo que quieren las autoridades, vernos de rodillas mendigando el pago», externó.
Sin ceder
En respuesta a los transportistas, Rafael Barahona, comisionado presidente del IHTT, cuestionó la legitimidad de las demandas del sector. Barahona informó que el gobierno ha brindado un apoyo financiero al sector, superando incluso el valor de las unidades de transporte. «Esas unidades no valen ni 300,000 lempiras y este gobierno les ha dado 600,000, en promedio, por cada una de las que andan circulando», detalló.
El comisionado presidente tomó un tono desafiante al dirigirse a los transportistas que han amenazado con paralizar el servicio. «No tengo miedo a 40 o 50 propietarios de autobuses y a esos farsantes que levantaron la mano diciendo que van a tomarse las calles. Yo quisiera ver que hicieran un paro de verdad y los reto para que lo hagan», manifestó con firmeza, dejando claro que el gobierno no cederá fácilmente ante las presiones.
El plazo de una semana impuesto por los transportistas podría ser crucial para el futuro del transporte público en el país. Si el gobierno no cumple con el pago del subsidio, el país podría enfrentarse a una paralización del transporte que afectaría a miles de ciudadanos. Mientras tanto, las autoridades gubernamentales deberán decidir cómo manejar esta situación sin comprometer el bienestar de todos los hondureños.