TEGUCIGALPA, HONDURAS. Las represas de Tegucigalpa presentan un nivel bajo, algo que se traduce en racionamientos cada vez más estrictos en colonias de Tegucigalpa y Comayagüela pero las lluvias de los próximos meses serán un gran alivio.
Los meses siguientes se esperan lluvias que ayudarán a las represas a recuperar su embalse, pero llegarán a su máxima capacidad hasta a finales de 2020.
Según el Centro Nacional de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (CENAOS), en la zona central el inicio de temporada lluviosa está previsto entre el 16 y 20 de mayo.
En ese sentido, Francisco Argeñal, informó que «la estación lluviosa de este año se espera que sea dentro del promedio, lo único es que esperamos que tenga un retraso en el inicio».
Por su parte, los expertos esperan que las precipitaciones sigan por encima del promedio. Han dicho que la represa «La Concepción» alcanzará un considerable volumen hasta finales de año. Hay que recordar que este embalse es el de mayor capacidad en la capital.
Asimismo, tomando en cuenta las últimas mediciones a «La Concepción», solo tenía nueve millones de metros cúbicos de agua; su capacidad es de 39 millones.
El embalse de «Los Laureles» apenas reporta cerca de cuatro millones de metros cúbicos, cuando su capacidad máxima es de 10.5 millones de metros cúbicos.
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Continúan los racionamientos
El gerente de la División Metropolitana del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA), Carlos Hernández, expresó que «la distribución del suministro del agua se encontraba programada desde algunos meses, de acuerdo al comportamiento del invierno y cómo la época va entrando».
A renglón seguido manifestó que los horarios de racionamientos seguirán en las zonas que se abastecen de los embalses «La Concepción» y «Los Laureles»; las cuales alimentan a un 75 % de la capital de Honduras.
Actualmente, el suministro de agua llega cada nueve días a los barrios y colonias.
«La zona de ‘El Picacho’ varía porque estaba muy baja la fuente en ‘La Tigra’, estaba cada 10 días. Pero ya sabiendo que al solo llover ahí varía porque aumenta mucho el caudal, como no hay represa, el agua la distribuimos inmediatamente y suben los caudales», dijo.
Hernández indicó que en «El Picacho» había un caudal de 250 litros por segundos pero con las lluvias hubo un aumento leve. Semana a semana irán haciendo cambios para que, de cada 10 días, pase a cada siete o cinco. Todo dependerá de las lluvias.
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