SPS: Un grito de esperanza busca empresaria maltratada por su esposo

Una comparativa de Kryztabeth Flores, víctima de violencia doméstica y quien señala de encubrimiento a líderes de la iglesia mormona en Honduras.

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Kryztabeth Flores

SAN PEDRO SULA, HONDURAS. Hablamos de violencia doméstica cuando una persona trata de controlar y de ejercer poder sobre su pareja en el contexto de una relación sentimental.

Por ello pueden darse diferentes tipos de abuso: físico, emocional, sexual o financiero. En la mayoría de los casos los maltratadores son varones y las víctimas, mujeres. Por supuesto, existen las excepciones.

Lo vivido por la empresaria hondureña Kryztabeth Flores, de 33 años de edad, podría incluirse en esta interminable práctica humana. Pero Flores no sólo ha sufrido los maltratos, sino también los ha superado. Además, alejándose del problema, primero y luego buscando ayudar a otras víctimas de este flagelo.

Por ello, Flores está promoviendo un movimiento social conocido como «Un Grito de Esperanza», que consiste en la concientización del maltrato a la mujer en diferentes áreas de desarrollo. Su objetivo es promover la convivencia pacífica en las relaciones para prevenir nuevos episodios de violencia intrafamiliar.

Básicamente se está formando un grupo de ciudadanos líderes. Es decir, algunos pertenecientes a otras organizaciones. Esto, con el fin de crear programas de prevención a la violencia doméstica y ya cuentan con su página de Facebook que se llama «Un grito de esperanza».

Kryztabeth Flores es una empresaria que nació en la capital y que residente desde hace varios años en San Pedro Sula

Actualmente cuentan en su equipo de trabajo con el Embajador de Prevención Nacional, Harlyn Andino, con el Dr. Alexis Reyes. Así como miembros de la Junta Directiva de DILE SÍ A LA VIDA. Y estudiantes de Psicológica de la USAP Y CEUTEC. Además, teniendo alrededor de 30 personas ya en su movimiento. Y también sesionan ya con el colegio médico de San Pedro Sula.

Como objetivos específicos busca crear espacios de sensibilización. Así como auto-reflexión e interacción con las personas afectadas, ayudarles para fortalecer los vínculos afectivos. Y fomentar la convivencia pacífica, que ellas transformen lo negativo en positivo al incorporarles al sistema de voluntariado y de soporte a otras posibles víctimas.

Así también, ayudarles y enseñarle a la utilización de herramientas tecnológicas para efectos de denuncia. Ayudarles con guías psicológicas, guías legales. Y guías económicas para enfrentar los conflictos.

DESCRIPCIÓN DEL PROYECTO

Muchos autores han sugerido que la prevención se puede realizar en tres niveles:

“Primaria, si no se ha presentado el problema; secundaria, si se está presentando el problema y terciaria, si ya se presentó. Cuando la persona está viviendo en el momento la situación problema, lo que es pertinente hacer es tratar de retrasar el progreso del problema, en este caso es ayudar a que las/los participantes tomen medidas para que la violencia intrafamiliar no le siga haciendo daño a ellas y a sus respectivas familias”.

Flores también es parte de la Cámara Junior Internacional y otros grupos de voluntariado en San Pedro Sula

Teniendo en cuenta lo anterior, para este proyecto de intervención se implantará el nivel de prevención secundaria debido a que las/los participantes estaban inmersos en situaciones de violencia intrafamiliar. Para la ejecución del proyecto es necesario trabajar desde una modalidad de trabajo grupal. Esto, puesto que permite una retroalimentación entre los / las participantes.

Flores y sus colaboradores en el proyecto «Un grito de esperanza»

EL TESTIMONIO

Flores nació en Tegucigalpa y llegó a San Pedro Sula por aspectos relacionados al trabajo y por su entonces esposo. «Yo tenía trabajo, pero él no, luego tuvimos una empresa familiar, era una distribuidora que iniciamos con las prestaciones que recibí en la capital, pero como no rentaba la terminamos quitando», comenzó diciendo.

Flores y Valladares se conocieron durante tres años y se hicieron novios. «Era maravilloso, nunca pensé que fuera un hombre abusador. Pues hasta es hijo de un líder de la iglesia a nivel nacional.  Ya cuando nos casamos todo cambió», relató.

A los seis meses de casada salió embarazada de gemelos. «A Enós Valladares lo conocí en la iglesia mormona de Tegucigalpa y después de casados él fue presidente de una estaca (a cargo de 10 pastores) en la Colonia Satélite de San Pedro Sula.»

UN MATRIMONIO ABRIGADO POR LA IGLESIA

La primera discusión fue cuando él le dijo que se encargaría de manejar el dinero de la casa, que todo lo que le pagaran a ella tenía que entregárselo a él.

«Es un hombre manipulador, no te das cuenta y le das todo, yo tenía un cuerpazo en ese entonces, pero cuando tuve a los gemelos engordé y él como ha sido fantasioso me decía de todo y le daba vergüenza llevarme a eventos como ejecutivo, me decía que no porque era gorda», cito Flores Castro en conversación.

«Durante seis años nos dedicamos a servir en la iglesia, pero aquel hombre que mostraba pulcritud, poco a poco fue cambiando en la casa. Recuerdo que un día estaba leyendo en mi computadora y me cayó un mensaje, se trataba de Gaby, una amiga que estaba metiéndose con mi esposo, seguidamente reaccioné muy dolida enfrente de mis gemelos, fue mi primera crisis nerviosa y lloré durante 24 horas, hablé con mi suegro para que me aconsejara y me dijo que mejor callara para no provocar un escándalo, que él hablaría con Enós, con quien me casé en 2004», dijo.

INICIO DE LA PESADILLA

«Luego él me dijo que cambiaría y que le diera un mes, pero las cosas finalmente se complicaron con su infidelidad. Llegué a un punto en que dije que no me iba amargar con él, pues además, los muchachos del campo misional nos miraban como ejemplo», añadió.

«Pero cómo no recordar cuando me decía: vengo de hacerlo rico, que rico me lo hicieron, esas cosas me hacían sentir mal, me decía que nadie me quería, que el único era él, que no iba a sobrevivir sin él, psicológicamente me caló», reiteró en entrevista con Diario TIEMPO.

La capitalina asegura que el amor se acabó cuando «me traicionó, cuando me daba empujones, bofetadas, me tiraba la comida encima y el ultimo año fue lo peor, recibí tres palizas. Le dije a mi suegro que iba a mantener el matrimonio por mis hijos, pero no dormíamos en la misma cama.

FUE CANDIDATA A VICEALCALDESA EN SPS

Flores aseveró que un día, «Enós llegó un día a la casa a bañarse, yo estaba indignada porque les estaba dando un mal ejemplo a mis hijos, me volvió a golpear y nunca como ese día.

Después de dejarme la cara morada, me pateó, me dejó los senos morados, me golpeó en el estómago y casi me ahorcó, recuerdo que hasta grité y desde entonces he tenido problemas en mi garganta». «Después de haberme golpeado empezó a besarme y me decía que lo perdonara. No soy psicóloga, pero debe evaluarse, yo me metí al baño. Y él se fue con Estela, una arquitecta», enfatizó la joven residente en San Pedro Sula.

«Lo más increíble de todo es que mi mamá aún mirando todo lo que pasaba, oraba por él, me decía que el hombre es de la calle y la mujer de la casa. Ella cree que uno debe aguantar.  Y llegué a tal grado que estuve a punto de suicidarme con una pastillas que me tomé. Recuerdo que le dije que me estaba quitando la vida por poquitos; pero que antes de que me matara él, me mataría yo, estaba harta y caí desmayada. No se de dónde él consiguió un medicamento. Y me lo daba la empleada por orden de él, en ese entonces no iba a trabajar porque pasaba encerrada durmiendo durante dos meses, seguro quería que nadie se enterara.

UN VIDA LLENA DE MARCAS

«A los 28 años dije que no quería estar con ese hombre, tomé la decisión de dejar a un inteligente, líder, pero que te envuelve fácilmente. Lo corrí y empecé a salir adelante con la empresa.

Además, quemé mi ropa ceremonial, mandé a la basura los libros de la iglesia mormona y en ese momento renegué de Dios y le dije: te fui fiel, me esforcé, te he servido y por qué recibo esto; lo sentí injusto y hasta me esforcé por llegar virgen a mi matrimonio», mencionó la hondureña.

Flores comenta que Enós no volvió a la iglesia y ella ha entendido que ellos (la congregación) no tienen nada que ver. Pero dice sí culpar a sus líderes, pues ella considera que tienen una perspectiva patriarcal al maltrato y protegen a los abusadores.

Imagen compartida por Flores, tras ser golpeada supuestamente por Enós Valladares

La empresaria puntualiza que ella siguió con su vida y él la suya, empezó a trabajar en la tienda y le fue bien económicamente. La joven alega que la casa donde estaba junto a su esposo la compraron juntos y luego fue hipotecada porque su suegro fue aval.

Esto, ya que Enós no podía porque supuestamente ha estafado a muchas personas, allí se genera el segundo acto, ahora violencia patrimonial, «me quitó la casa y nos sacaron hasta con policías», dice.

Flores también menciona que posteriormente le mandó a personal de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (DINAF) en su nuevo hogar, debido a que ella tenía una niña que sacó de la calle, «ellos me dijeron que no era mía y que estaba incurriendo en un delito, me tocó presentarme con mi abogado. Quien finalmente me sugirió que entregara a la niña mientras avanzaba el proceso», aseveró.

«Enós es alguien que cuando se propone algo, lo logra. El año pasado fui a un juicio y llegué 10 minutos tarde y no me dejaban entrar. Pero la fiscal apeló y ahora el caso de ellos está en la Corte de Apelaciones, sin algo concreto», pronunció.

MÁS DEL TESTIMONIO DE EMPRESARIA SOBRE SU ESPOSO

«Además, me hicieron un informe socio-económico y me favorecía, ahorita quien los cuida es la mamá de la mujer que ahorita tiene. Pues mi abogado dijo que negociara y le dejé a Enós los niños. Pero con la condición de verlos los fines de semana e incluso me fui a vivir cerca de su residencia para facilitar todo; pero llegó un momento en que incumplió con lo pactado. En diciembre pasado yo discipliné a mis hijos dándoles tres fajazos por mal comportamiento. Pero él puso la denuncia en el Ministerio de la Niñez, le dieron proceso, llevó a los niños y les dijo que yo no tenía por qué pegarles», enfatizó Flores.

FLORES PELEA LA CUSTODIA DE SUS HIJOS

La joven también menciona que recientemente buscó ayuda psiquiátrica y que le dijeron que su problema era depresión. Esto, producto de lo ocurrido en el matrimonio. Fue entonces cuando comenzó una terapia farmacológica. También comentó que el Estado le quitó los niños mientras avanza el caso y ahorita están con el joven Enós Valladares porque a ella se le señala de maltrato de transgresión.

UN IMPACTO SOCIAL

«Quiero decirles a todos que yo soy responsable en parte de esto. Porque me callé, los mormones creemos en la proclamación de la familia. Ahora se que hay mujeres que son violentadas y son abusadas. Por eso inicié el proyecto social «Un Grito de Esperanza», detalló.

«Busco darle bienestar a mis hijos y quiero ponerlos en un tratamiento psicológico porque están dañados. Además, no pensé que tendría que usar mi perfil público; pero es necesario ejercer un impacto social. También quiero que se muestren mis errores, tales como haber ingerido bebidas alcohólicas y negar la fe durante esa dura etapa», cerró Jhoan Flores.


SU PERFIL

1-

 

Miembro de la junta directiva del Centro Cultural Infantil de San Pedro Sula.

2- Estudia filosofía en Nueva Acrópolis, San Pedro Sula.

 

3-Es directora de la zona norte en un proyecto social llamado «Hazte notar».

 

4- Es licenciada en administración de empresas y actualmente cursa una maestría en Mercadeo.

 

5- Fue candidata a la vice alcaldía por el Partido Libertad y Refundación (LIBRE) en San Pedro Sula.


 

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