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viernes, abril 19, 2024

Desgarrador testimonio: “Mi hija se fue con un hombre y regresó con SIDA”

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HONDURAS. El relato que les presentaremos a continuación es una historia de la vida real. Cambiamos los nombres de los personajes para proteger sus verdaderas identidades.

Esta historia es la misma que pasan actualmente muchas mujeres hondureñas. Específicamente, aquellas adolescentes que en la locura de su adolescencia se dejan envolver por “lobos disfrazados de ovejas”.

Como dice el dicho no todo lo que brilla es oro. Por eso, con tanto charlatán suelto los padres de familias deben prestar más atención a sus hijas mujeres. Más a las que están en esa etapa de la adolescencia. Porque es allí cuando las emociones y las sensaciones de una mujer están a flor de piel.

Muchas jovencitas no ven los riesgos que se presentan al “enamorarse” a temprana edad. Esos riesgos van más allá de un embarazo no deseado. Las complicaciones son mucho más altas. Al punto que pueden contraer enfermedades que pongan en riesgo sus vidas como ser virus VIH-SIDA; una enfermedad que cobra la vida de muchas personas en el país.

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Su hija se infectó de VIH hace 19 años

El relato que a continuación desarrollamos tiene como punto de inicio en la ciudad capital.

Doña Rosario madre de Karla María Ortiz, nos cuenta cómo su hija a temprana edad se infectó de VIH-SIDA.

Según doña Rosario su hija, Karla Ortiz contrajo el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) hace 19 años.

De acuerdo al testimonio de doña Rosario, su hija Karla Ortiz nació el 11 de abril de 1981. Actualmente tiene 37 años de edad. Karla es portadora del VIH, y también padece otras enfermedades severas como ser esquizofrenia y depresión aguda.

Karla Ortiz es la séptima de 8 hermanos. Procede de una familia de escasos recursos, y optó por abandonar la casa de sus padres por el amor de un hombre.

Ella jamás pensó que su primer amor sería su mayor desgracia. Según comentó su madre, Karla pasó su escuela primaria y luego fue internada en un convento.

Cabe indicar que fue doña Rosario quién nos brindó el testimonio. Eso, debido a que Karla por sus enfermedades está desorientada de la realidad. El relato establece que cuando su hija terminó su escuela la metió a un convento; su objetivo era que ella aprendiera el oficio de costurera.

Por su trabajo, doña Rosario viajaba constantemente a San Pedro Sula. Ella residía en Yoro y en el lugar donde vivía no había trabajo. Ese ajetreo no le permitió estar al pendiente de las actividades diarias que hacía su hija.

El primer amor fue su  mayor desgracia

A efecto de eso, doña Rosario nos contó que le empezaron a llegar rumores de que su hija ya no asistía al convento. Karla se quedaba fuera del convento para verse con un hombre que la pretendía. Cuando decidió hablar con ella para aconsejarla, su reacción no fue la mejor. En vez de agarrar los consejos de su madre, Karla decidió abandonarla e irse con el hombre que la enamoraba.

Cabe indicar que doña Rosario dijo que ese hombre era originario de Santa Barbara. Y, que bajo promesas falsas y palabras bonitas convenció a su hija para que la dejara. Asimismo, indicó que el hombre tenía una carnicería en esa comunidad donde hacía trabajar a Karla largas jornadas sin descanso. El hombre le había prometido a Karla una vida mejor de la que tenía junto a su madre.

Luego de haber pasado un año de haberse ido de su casa, Karla regresó al lado de su progenitora. Sin embargo, fue allí donde comenzó la tragedia de su vida. Para ese entonces, Karla tenía 18 años de edad. Doña Rosario comenzó a notar que su hija no se encontraba bien de salud; miraba grandes cambios en la conducta de su hija. La manera de actuar de Karla no era la misma que cuando había abandonado su casa.

Con el pasar del tiempo doña Rosario notó que su hija actuaba de manera extraña. Al consultarle qué le pasaba, Karla le dijo que escuchaba voces y que miraba sombras extrañas. Asimismo, le manifestaba que había veces que su cuerpo no respondía. Eso preocupó mucho a doña Rosario.

Karla no solo padece VIH sino que también desarrolló esquizofrenia

Con miedo de lo que le pasaba a su hija, doña Rosario decidió llevar a Karla al Hospital Mario Mendoza. En dicho centro asistencial se procedió a realizarle todas las evaluaciones para determinar si padecía alguna enfermedad mental. El diagnóstico fue fatal, Karla había desarrollado esquizofrenia. Una enfermedad mental grave que afecta algunas funciones cerebrales tales como el pensamiento, la percepción, las emociones y la conducta.

Con el pasar del tiempo Karla se sometió a varios exámenes médicos. Fue así que en 1999 se le diagnosticó el Virus de la Inmunodeficiencia  Humana (VIH-SIDA).

Según estudios médicos, esa enfermedad desencadenó en Karla una fuerte depresión hasta llevarla a desarrollar esquizofrenia. Cabe señalar que eso también le provocó otros padecimientos en su salud. Karla sufrió una parálisis que le provocó pérdida del habla.

Karla en el tiempo que vivió con aquel hombre procreó una hija. Con el pasar del tiempo su hija fue creciendo y actualmente tiene 19 años de edad. Sin embargo desconoce todo lo que padece su madre. Doña Rosario trató de ocultárselo por miedo a que ella rechazara a Karla.

Al parecer, según contó doña Rosario, la hija de Karla está siguiendo los mismos pasos de su madre. Eso, debido a que actualmente por falta de atención se fue de la casa. Doña Rosario dijo que la hija de Karla se fue a vivir a San Pedro Sula con un hombre que ellos desconocen. En ese sentido, señaló que hasta la fecha no saben dónde vive la joven.

Karla actualmente está interna en un hospital de la ciudad capital. Debido a que presenta complicaciones por un líquido intrapulmonar que le está provocando problemas en su salud.

Los doctores han manifestado que de persistir esas complicaciones Karla corre el riesgo de desarrollar tuberculosis.

¿Y qué pasó con el hombre?

Pues doña Rosario comentó que el hombre que engañó y contagió de VIH a su hija murió hace años. Eso producto de esa misma enfermedad del VIH-SIDA. Comentó que él jamás se dio cuenta cómo contrajo la enfermedad.

Y con estas palabras, doña Rosario, con ojos llorosos, terminó la trágica historia: “Su primer amor fue la desgracia de mi hija”.

Casos de VIH-SIDA en Honduras

Desde 1985, hasta diciembre de 2017 en Honduras se registra un total de 35,685 personas infectadas con VIH-SIDA. En ese sentido, en lo que va del 2018 ya se han diagnosticado a 200 personas que portan dicho virus.

Lo anterior, quiere decir que tres personas se infectan a diario con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) en Honduras.

Ese promedio se obtiene al dividir la cantidad total de casos nuevos que se diagnostican al año. 1,000 personas, entre los 365 días del año. Cabe indicar que el mayor índice de mortalidad es por el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA). Esa es la etapa avanzada del virus.

El VIH se contagia a través de relaciones sexuales sin protección con una persona que está infectada.

Las prácticas sexuales que representan mayor riesgo de infección son las relaciones anales y también por vía oral.  Eso sí una de las personas tiene lesiones en los labios o la lengua. También se contagia por intercambio de agujas para inyectarse drogas o al recibir una transfusión de sangre infectada.

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