SAN PEDRO SULA. Las personas de la tercera edad, que constituyen el voto duro de los partidos, son los mayores participantes del proceso electoral.
En muchos centros de votación fue frecuente ver a personas de la tercera edad siendo acompañadas de sus hijos y nietos. Los dos partidos tradicionales, Liberal y Nacional, son los que más adeptos tienen a este nivel.
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Incluso como el caso de doña Soledad Galeano, de 83 años, su participación no se limitó a votar. Desde una mesa instalada por los liberales, ella informaba a los ciudadanos dónde votar en la escuela José Trinidad Cabañas.
Ella comenzó a activar en política desde los años 50, cuando aspiraba a la presidencia el doctor Ramón Villeda Morales. Desde entonces ha estado siempre en campañas cuando su partido lo solicita.
Sin embargo, lamentó que ahora las campañas sean un “verdadero desastre” y puso en duda la capacidad de quienes están en mesa.
NO HAY LIMITACIONES
Otra firme participante de los procesos electorales es doña Gloria Castellanos, de 78 años. Pese a desplazarse con un andador, no dejó de ir a votar en el Instituto San Vicente de Paúl.
Su esposo, don Jesús Fernando Padilla, también de la tercera edad, dijo que “así ese voto por el Partido Nacional no se pierde”.
Minutos más tarde llegó a votar al Instituto San Vicente de Paúl, doña Graciela Moreno. “Tengo 94 años”, dijo con lucidez la señora al ser consultada al respecto.
Ella iba acompañada de su hijo, Raúl Peña, presidente del Partido Liberal. A criterio del dirigente los mayores votan en estos procesos por su memoria histórica.
“Muchos sufrieron exilio o la muerte de familiares a manos de gobiernos dictatoriales, por lo que siempre están firmes a participar”.
