Redacción. A solo cuatro días de las elecciones primarias del 9 de marzo, la implementación del sistema biométrico en el proceso de votación ha desatado un intenso debate dentro del Consejo Nacional Electoral (CNE).
En un foro televisivo, los tres consejeros del organismo, Cossette López, Ana Paola Hall y Marlon Ochoa, expusieron sus posturas respecto a esta tecnología, dejando en evidencia diferencias significativas sobre su obligatoriedad y su impacto en la divulgación de resultados.
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Posturas enfrentadas dentro del CNE
La consejera presidenta del CNE, Cossette López, alertó sobre una propuesta dentro del organismo que busca condicionar la divulgación de actas al uso del sistema biométrico, lo que podría generar un problema de gran magnitud el día de las elecciones.
«Nosotros hemos recibido una propuesta, hace 10 días, de que todas las actas que vengan sin acompañar el dato del dispositivo biométrico no se divulguen la noche de la elección. Eso va a provocar un caos, anarquía», expresó.
López argumentó que esta medida es riesgosa, pues la Ley Electoral vigente no establece que la validez de las actas dependa del sistema biométrico.
“El biométrico no supera el acta», enfatizó, advirtiendo que miles de votos podrían quedar fuera del escrutinio preliminar, lo que afectaría la percepción de transparencia del proceso.
Sistema biométrico
Por otro lado, Ana Paola Hall defendió la implementación del sistema biométrico, pero insistió en que su aplicación debe ser meticulosa y confiable. «Tengo la confianza en que la ciudadanía cuando llegue a la Junta Receptora de Votos (JRV) va a decir: ‘¿dónde está el lector de huellas?’, es obligatorio que lo usemos», sostuvo.
Además, enfatizó que su prioridad es garantizar un resultado legítimo y limpio, aun si ello implica una transmisión más lenta de los resultados.
Marlon Ochoa adoptó una postura más rigurosa al declarar que el uso del biométrico es innegociable y debe aplicarse en todas las JRV. «No hay excusa para no utilizar el dispositivo biométrico», afirmó, agregando que las JRV donde deliberadamente no se emplee esta tecnología no deberían ser incluidas en los resultados preliminares. «No podemos transmitir a la población resultados que podrían ser fraudulentos», advirtió.
Dudas sobre la viabilidad de la biometría
Bladimir Bastida, co-director de capacitaciones del CNE, presentó una demostración sobre el uso del sistema biométrico en los centros de votación. Explicó que este mecanismo busca evitar fraudes mediante la identificación de los votantes por sus huellas dactilares, un proceso que, en teoría, garantiza mayor seguridad y transparencia.
Sin embargo, más allá del discurso oficial, persisten serios cuestionamientos sobre la operatividad del sistema. Se han destinado 24,858 dispositivos biométricos para ser utilizados en la jornada electoral, pero hay dudas sobre si estos equipos funcionarán correctamente en todas las JRV y si el personal electoral está suficientemente capacitado para operarlos sin inconvenientes.
Otro punto de controversia es la posibilidad de que los dispositivos fallen o que en algunas JRV no se utilicen por diversas razones. Esto pondría en riesgo la transmisión de resultados en esas mesas.
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