Redacción. La vida familiar del presidente electo de Honduras, Nasry “Tito” Asfura, ha permanecido al margen del ojo público, una decisión que refleja su estilo político basado en la privacidad y la estabilidad personal.
A lo largo de sus más de 40 años de carrera, Asfura ha insistido en separar su vida privada de la esfera política, manteniendo a su familia fuera del protagonismo mediático.
«Tito» está casado con Lissette del Cid, su compañera desde 1984, un matrimonio reconocido por el propio político como uno de los pilares fundamentales de su vida.

La pareja ha construido un hogar sólido y ha sabido mantener un equilibrio entre la vida familiar y las responsabilidades públicas, marcando una línea clara de reserva que se refleja también en sus hijas.
Sus hijas
Del matrimonio nacieron tres hijas: Monique, Stephanie y Alexandra Asfura, todas mayores de edad y con vidas centradas en sus proyectos personales y profesionales.
A diferencia de otros familiares de líderes de la región, las jóvenes no participan de manera activa en política ni buscan protagonismo en redes sociales. Su perfil bajo se mantiene como un reflejo de la filosofía familiar de Asfura: la privacidad es prioridad.

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A pesar de mantener un bajo perfil, las hijas de Asfura han acompañado a su padre en eventos públicos importantes, sobre todo en actividades oficiales y actos políticos puntuales, donde su presencia ha sido discreta pero significativa.
Este acompañamiento demuestra un respaldo constante en los momentos clave de la carrera del presidente electo, sin convertirlas en protagonistas del debate público.

Entre sus hijas, Monique Asfura ha mostrado una mayor interacción con el ámbito comunicacional, apoyando iniciativas vinculadas a la trayectoria de su padre, mientras que Stephanie y Alexandra prefieren mantener su vida fuera de la exposición mediática.
Esta dinámica refuerza la idea de una familia unida, que respalda al presidente electo desde la discreción y la privacidad.

Para Nasry Asfura, la familia representa un soporte emocional y personal esencial. En un contexto donde muchos políticos han hecho de su vida familiar un elemento de exposición mediática, la familia de Asfura se distingue por la reserva, la discreción y la solidaridad, pilares que, según el propio presidente electo, fortalecen su desempeño personal y profesional.

