Redacción. Honduras enfrenta una nueva amenaza para la salud pública con la confirmación de la presencia del mosquito tigre (Aedes albopictus), una especie invasora altamente peligrosa, capaz de transmitir enfermedades como el dengue y la chikungunya.
El hallazgo fue divulgado este miércoles por un estudio científico del Instituto de Investigaciones en Microbiología.
El investigador auxiliar Denis Escobar presentó los resultados de análisis genéticos realizados en cinco municipios del país. Los datos concluyen que el Aedes albopictus ya se encuentra establecido en territorio hondureño y que el departamento de Cortés sería el principal punto de entrada y dispersión.
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Punto de introducción
«Al estudiar poblaciones de Albopictus de cinco municipios de Honduras, encontramos señales de que el sitio de introducción está en el departamento de Cortés, y desde ahí se dispersa al resto del país”, explicó Escobar al noticiero TN.
El investigador subrayó la urgencia de que la Secretaría de Salud utilice esta información para reforzar los mecanismos de vigilancia epidemiológica, especialmente en las zonas donde el mosquito tigre habría iniciado su expansión.
«Esto es muy importante porque permite establecer estrategias de control ante la invasión de la especie», añadió.
Diferencias clave
El Aedes albopictus, originario del sudeste asiático, se reconoce fácilmente por sus patas con rayas blancas y negras. A diferencia del Aedes aegypti, el mosquito tigre pica principalmente de día, con mayor actividad al amanecer y al caer la tarde.
Su capacidad de adaptación es lo que preocupa a los expertos: el mosquito tigre puede reproducirse en una amplia variedad de recipientes artificiales, como macetas, baldes o llantas. Además, sus huevos son resistentes a la sequía.
La forma más efectiva de combatir su propagación es la eliminación de todos los criaderos, pidiendo a la población reforzar las acciones de limpieza. Así, evitar que esta especie agrave el panorama epidemiológico nacional.
