Redacción. Con el inicio oficial de la temporada ciclónica este miércoles 7 de mayo, Honduras entra en un período de alerta en el que la prevención y la vigilancia se vuelven fundamentales para evitar tragedias.
Las lluvias ya comienzan a sentirse en distintas zonas del país y, con ellas, se activan los riesgos de deslizamientos, inundaciones y derrumbes, especialmente en comunidades vulnerables.
Pedro Barahona, técnico de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), hizo un llamado enfático a la población: “Es importante tomar todas las medidas de seguridad, de prevención y de reducción de riesgos”.
Asimismo, el especialista insistió en que la supervisión constante del entorno, ya sea en barrios, colonias o comunidades rurales, es crucial. Esta acción puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
“Hay que revisar si hay taludes que puedan deslizarse, ríos que podrían desbordarse o estructuras inestables que representen una amenaza. Estas medidas de control nos ayudan a reducir luto, tragedia y dolor al país”, agregó Barahona.
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Temporada ciclónica
La llegada de la temporada ciclónica no solo significa lluvias intensas, sino también una combinación peligrosa de fenómenos naturales. Esta situación puede poner en riesgo a miles de familias, muchas de las cuales viven en zonas de alto riesgo sin acceso a sistemas de alerta temprana.
En barrios como El Reparto por Bajo y la Guillén, en Tegucigalpa, así como en sectores de El Progreso y La Lima, en la zona norte, donde los recuerdos del paso de los huracanes Eta y Iota aún siguen presentes, el temor se mezcla con la esperanza de que esta vez el país esté mejor preparado.
Copeco asegura que hay monitoreo constante, pero insiste en que la ciudadanía también debe actuar.
“Prevenir es vivir”, repitió Barahona, subrayando que cada acción cuenta: desde limpiar cunetas y canaletas, hasta evitar construir en zonas inestables o reportar señales de riesgo a las autoridades locales.
La temporada ciclónica se extenderá hasta noviembre, y los pronósticos indican una actividad por encima del promedio, debido al fenómeno climático La Niña, que suele intensificar las lluvias en Centroamérica.
Las autoridades llaman a mantenerse informados por medios oficiales y estar preparados con planes familiares de emergencia. En Honduras, la lluvia no solo moja: también pone a prueba la capacidad de respuesta, la solidaridad y la conciencia de todos.