Redacción. Varios locales reportaron disminución de clientela y otros se vieron casi vacíos debido al temor que provocó el ataque de un tiburón a un hombre el pasado lunes cuando bañaba en una de las playas de Tela, Atlántida.
Aunque las autoridades hicieron el cierre de las playas de manera temporal, muchos restaurantes, bares y puestos de venta de comida han sentido el impacto en la economía. Ahora, los empleados del sector turístico temen quedarse sin empleo por la baja afluencia de turistas.
En las redes sociales se han viralizado videos en los que se ve la captura de un tiburón martillo. Pero la noticia, aseguraron las autoridades hondureñas, es falsa ya que las líneas de emergencia no tienen reporte del mismo.
Miembros del Cuerpo de Bomberos han realizado el monitoreo de las principales bahías, barras y desembocaduras de ríos cercanos a Tela. Las autoridades argumentaron que no han encontrado el tiburón y se está trabajando en varias líneas de acción para manejar la situación.
Estrategias
Las autoridades de turismo y comercio están gestionando varias estrategias para reactivar las actividades y atraer nuevamente a los visitantes. Entre las iniciativas está reforzar la vigilancia marítima en Tela, para ofrecer mejor protección a los turistas y evitar algún incidente con otro pez o animal de esa magnitud.
Recomendó a la población bañar en grupos y no entrar al amanecer o anochecer porque en ese momento los tiburones están más activos.