Redacción. Especialistas del Centro de Medicina Legal y Ciencias Forenses del Ministerio Público (MP) identificaron a una de las víctimas mortales localizadas el pasado domingo 25 de agosto a inmediaciones del bulevar Fuerzas Armadas (FFAA), en Tegucigalpa.
Los fallecidos en este hecho criminal fueron dos personas, un hombre y una mujer. Sus cadáveres yacían así: uno frente al portón principal de una iglesia evangélica, cerca de las gradas que conducen al Hato de Enmedio y el otro unos 50 metros más adelante, en el camino que conduce a una quebrada.
Tras el dantesco hallazgo, personas que transitaban por la zona informaron a las autoridades, quienes acordonaron el lugar, levantaron indicios y luego coordinaron el traslado de los cuerpos a Medicina Forense.
Luego de la autopsia, las pruebas científicas correspondientes y la identificación mediante bases de datos y el reconocimiento de sus familiares, las autoridades confirmaron que la mujer respondía en vida al nombre de Dilma Yamileth Irías, de 49 años de edad.
Lea además: Dantesco: hallan cuerpos de una pareja con manos y pies atados en bulevar FFAA
Según el reporte, la dama era originaria de Danlí, El Paraíso. Al parecer, la privaron de su libertad cuando atendía una cantina en la colonia Kennedy de la capital, muy cerca de donde apareció el cuerpo.
Familiares reclamaron el cuerpo y lo trasladaron hasta Danlí para su velorio y cristiana sepultura. Asimismo, comentaron que Dilma era madre de cuatro hijos.
El otro cuerpo
Entre tanto, del cuerpo del varón aún no hay detalles sobre su identificación, por lo que permanece en Medicina Forense. Por ahora, se desconoce el móvil y causas que pudieron ocasionar este doble asesinato, pero la Policía Nacional asegura que investiga para establecerlas.
En la escena no se encontraron casquillos de arma de fuego, pese a que ambos cadáveres tenían disparos. Es por ello que se presume que les quitaron la vida en otro lugar y luego los fueron a lanzar en la orilla del bulevar FFAA.
A ambos los encontraron con signos de tortura. En el caso de la mujer, tenía las manos y los pies atados, y presentaba un disparo letal en la cabeza.
