Redacción. La morosidad en la banca comercial de Honduras experimentó un aumento significativo al cierre del tercer trimestre de 2024, según los últimos datos de la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS).
El incremento ha generado preocupación en diversos sectores, ya que la cartera en mora de los bancos hondureños alcanzó un aumento de 427.5 millones de lempiras sólo en septiembre. De acuerdo con la Asociación Hondureña de Instituciones Bancarias (Ahiba), el crecimiento de la mora en los últimos 12 meses acumuló un aumento total de 2,598 millones de lempiras.
Uno de los aspectos más preocupantes es el deterioro en la cartera atrasada, que pasó del 35 % al 38 % entre agosto y septiembre de 2024. Además, la cartera en proceso judicial también mostró un aumento alarmante, de 20 % a 34 %. A pesar de éstos desafíos, la Ahiba aseguró que los bancos privados del país mantienen reservas adecuadas para respaldar los créditos en riesgo. Esto permite gestionar de manera efectiva los efectos de la morosidad.
Economista: «La mora baja es un desafío para los deudores»
En entrevista con el economista Carlos Urbizo se abordó la situación de la morosidad y sus repercusiones tanto para los deudores como para los bancos. Según el experto, el aumento de la morosidad no es «exorbitante» en términos absolutos, aunque reconoce que es preocupante dentro del contexto económico actual.
«He visto las cifras que salen en los informes, y más bien me ha sorprendido que se ha mantenido más o menos en niveles relativamente bajos, considerando la situación económica del país», afirmó.
Urbizo destacó que los bancos han implementado medidas estrictas para evitar que la morosidad aumente aún más. «Los bancos han apretado verdaderamente sus procedimientos para evitar que la mora se les vaya arriba. Es una tarea grande y el hecho de mantener esta mora baja quiere decir que los deudores están pasando por un rato verdaderamente difícil», explicó.
Para el economista, los deudores enfrentan grandes dificultades para cumplir con sus pagos, lo que se refleja en un menor consumo y un fuerte ajuste en sus gastos cotidianos.
El impacto de las altas tasas de interés
Una de las principales causas del aumento en la morosidad es el incremento de las tasas de interés durante el 2024. El Banco Central de Honduras (BCH) ha elevado la tasa de política monetaria, lo que ha resultado en un aumento generalizado de las tasas de interés en el sistema financiero.
Urbizo señaló que las tasas de interés actuales, que oscilan entre el 16 % y el 20 %, son alarmantes y pueden tener un impacto directo en la capacidad de los hondureños para acceder a créditos. «Lo que va a suceder es que se van a restringir los créditos porque la gente no va a querer ni va a poder pagarlos. Las repercusiones son fuertes», comentó el economista.
A pesar de estos desafíos, Urbizo aseguró que la situación no representa una amenaza inmediata para el sistema financiero de Honduras. Los bancos cuentan con suficientes reservas para enfrentar las pérdidas derivadas de la morosidad, lo que garantiza la estabilidad del sistema.
Sin embargo, el impacto es significativo para los deudores, quienes, en muchos casos, han ofrecido garantías personales, como propiedades o vehículos, para asegurar sus préstamos.
Negociaciones y crisis potencial
En cuanto a las soluciones, el economista subrayó que los deudores que se encuentran en mora pueden negociar directamente con los bancos para encontrar acuerdos que les permitan regularizar su situación. «Esto no es una cuestión de incentivos; es una negociación con el banco, uno por uno. Si alguien está en mora, llega al banco y le dice: ‘Tengo dificultades para pagar’. El banco le ofrece negociar para evitar más intereses», explicó Urbizo.
Aunque advirtió que los hondureños enfrentarían restricciones de crédito, Urbizo considera que el país ha demostrado una notable capacidad de resistencia ante crisis económicas pasadas. «Posiblemente, sí entre en una crisis, aunque el extremo es la violencia, pero los hondureños han demostrado aguantar todos estos golpes increíbles. La gente está sufriendo, pero va a aguantar», aseguró.
Una realidad compleja
El aumento de la morosidad en Honduras refleja una realidad compleja, donde los bancos deben gestionar una cartera de créditos cada vez más riesgosa. En cambio, los deudores enfrentan dificultades económicas para cumplir con sus obligaciones.
Pese a que los bancos tienen reservas suficientes para enfrentar este reto, el impacto sobre la población hondureña podría ser profundo, afectando la capacidad de acceso a nuevos créditos y las condiciones de vida de muchas familias.
Como señala el economista Carlos Urbizo, la situación exige un manejo cuidadoso y negociaciones individuales para mitigar los efectos de la morosidad, también refleja una realidad de resiliencia ante las adversidades económicas.