SAN PEDRO SULA, HONDURAS. Las tarjetas de crédito son excelentes herramientas para usar como medio de pago, en caso de emergencia o para alguna necesidad inmediata que tengan las personas; sin embargo, muchos no saben controlarse y terminan endeudados o en el peor de los casos, muertos ante tanta desesperación.
Para ello, conversamos con Elfren Allberto Matute, licenciado en Comercio Internacional y máster en finanzas, quien fue claro en la forma en cómo se debe manejar la tarjeta de crédito, sus ventajas y desventajas.
«Sin duda alguna, las tarjetas de crédito son un producto financiero de mucha utilidad, puesto que ofrece descuentos y muchos beneficios en caso de emergencia, pero también hay que entender sus desventajas», comenzó diciendo el experto.
Según Matute, los hondureños tenemos poca educación financiera, se piensa en el dinero que hay en la tarjeta de crédito como si fuera el de la cuenta de ahorro, pero en realidad no nos pertenece y si se gasta tarde o temprano hay que pagarlo.
«No puedo gastar lo que no tengo, lo que sucede es que somos culturalmente consumistas, cuando el riesgo es altísimo, así como las tasas de interés. Lastimosamente los bancos ofrecen como límite más de lo que uno gana en muchas ocasiones y al final nos vemos afectados por aprovechar en exceso el dinero disponible», adjuntó.
SOLUCIONES
Según el experto en Finanzas, al saber de la deuda, hay que calmarse, se deben buscar las puertas correctas, una consolidación de deudas o ver si tiene algunos beneficios como los bonos del Régimen de Aportaciones Privadas (RAP) o en el Instituto Nacional de Jubilaciones y Pensiones de los Empleados y Funcionarios del Poder Ejecutivo (INJUPEMP).
De lo contrario, hay que acercarse a los bancos y solicitar un arreglo, mirar las cuotas de pago y solucionar la situación, pues ahora la ley obliga a los bancos a ofrecer un arreglo.
MAYORÍA DE HONDUREÑOS NO SABE ADMINISTRAR SU DINERO
«La tasa vigente creo que anda en un rango de 50 a 56 por ciento, pero el problema es que algunos bancos aún cobran hasta el 65%, cosa que no es correcta, pero en sí, a los compradores impulsivos les recomiendo que no las tenga», remarcó Matute.
Asimismo, señaló que para las personas que la saben usar, lo recomendable es tener una o dos tarjetas de crédito, pues lamenta que de cada 10 personas, cinco las tengan y gasten más de lo que reciben mensualmente.
Por su parte, Magdalena Turcios, psicóloga clínica con orientación en temas de familia, hizo referencia a las personas que deciden quitarse la vida por su endeudamiento con los bancos.
«Lo más importante es analizar la situación, pues ningún banco nos va a meter presos, muchas veces por estar endeudados se ven sometidos a altos niveles de estrés, pero depende de la personalidad de cada quien, muchos son vulnerables y no saben afrontar este tipo de crisis», dijo.
GASTAN MÁS DE LO QUE RECIBEN
¿Cómo debe de manejar esto la pareja? «Deben acudir con algún consejero o ir a los bancos y hablar con sus encargados, hay que enfrentar la situación, pues siempre hay una alternativa, todo lo que se pueda abonar es importante, pero alguien lleno de estrés no va a poder arreglar su caso», enfatizó Turcios a Diario TIEMPO.
¿Ha tenido casos de este tipo? «Así es, en el Catarino Rivas por ejemplo he tenido pacientes que llegan estresados por cosas así, incluso algunos dicen que sus esposas los dejó y hasta hay divorcios, hay que entender que aunque sí es posible, estos no sólo se dan por infidelidad, también por problemas económicos», mencionó la psicóloga.
¿Qué tipo de escenario se visualiza a nivel de familia con este problema? «Se llega a la violencia doméstica o intrafamiliar, suicidio u homicidio. La esposa debe tener estrategias para apoyarlo, buscar alternativas, en un matrimonio debe haber bastante comunicación porque eso fortalece cuando hay conflictos como ser una deuda, hay que saber en qué se invertirá el dinero, hay que priorizar», reiteró.
De acuerdo con Turcios, en una relación seria las finanzas juegan un papel importante, pues hay muchos casos en los que el hombre sale a beber alcohol con sus amigos y no piensa en el dinero que se va a necesitar para el hogar, citando así un ejemplo.
¿Se le debe decir a los hijos? ¿Qué tanto repercute en ellos? «Si hay buena comunicación con ellos y es maduro, hay que decírselo, porque a veces los adolescentes pueden ser inconscientes y comienzan a exigir cosas que no tenemos, sin saber de las limitaciones. Si los hacemos partícipe de tal cosa no es porque va a trabajar, pero tiene que ponerse las pilas en sus estudios para terminarlos y ya una vez graduado poder apoyarse.
En cuanto a su segunda pregunta, hay que mencionar que siempre al inicio son reclamos verbales, luego viene la violencia física y es lo que nuestros hijo miran, por lo tanto salen dañados», cerró.
