Redacción. Este jueves los médicos del Hospital Escuela, de Tegucigalpa, cumplieron 11 días de huelga en forma de asambleas informativas, una acción que ha paralizado gran parte de los servicios médicos en el principal centro hospitalario del país.
Como resultado de las protestas, únicamente se están atendiendo emergencias, mientras que las cirugías programadas y las consultas externas han sido suspendidas a causa de la falta de respuestas por parte de las autoridades sanitarias.
«Sólo hay emergencias; se han dejado las consultas externas, así como las cirugías programadas. Son múltiples cirugías que están suspendidas por la no respuesta que tenemos», expresó una de los participantes en la protesta.
«Hemos hecho saber a nuestras autoridades las carencias que tenemos y queremos saber qué es lo que quieren hacer con la salud pública. No es posible que sigamos con las carencias en los hospitales y dejen abandonado al pueblo. El pueblo no tiene la capacidad de asistir a un servicio privado como ellos», añadió
El principal reclamo de los médicos es el retraso en el pago de sus salarios, lo que ha agravado la crisis en el hospital. Según indicaron, además de exigir los tres meses de pagos atrasados, también solicitan que se les garantice el pago mensual de los próximos salarios.
«De nada sirve que nos paguen estos tres meses si luego volverán a debernos los siguientes», expresó otro médico.
Por su parte, la doctora Suyapa Figueroa criticó la falta de diálogo con las autoridades gubernamentales, asegurando que la situación vulnera los derechos laborales de los profesionales de salud y afecta, en consecuencia, la calidad de la atención a los pacientes.
El impacto en los más vulnerables
La crisis de igual manera se extiende a otros centros de salud del país, como el Alonso Suazo. Este jueves los médicos de ese centro comenzaron acciones de protesta mediante asambleas informativas debido a una serie de incumplimientos por parte de la Secretaría de Salud.
«Pobrecitos nosotros los pobres; sólo nos sacaron y veníamos a atención. Desde las 5 de la mañana estamos aquí», expresó uno de los pacientes que llegó al centro esperando recibir atención.
Una madre, que aguardaba a que su hija fuera atendida por síntomas de gripe y fiebre, lamentó la situación: «Tengo a mi niña con gripe, tos y fiebre. No hay dinero para una clínica privada, por eso venimos aquí y, cuando venimos de emergencia, no nos quieren dejar entrar. Uno no viene por ganas, uno viene porque está enfermo».
Los médicos convocaron a asambleas informativas desde las 7:00 de la mañana hasta las 7:00 de la noche en un intento por defender sus derechos, aunque las principales víctimas de la situación son, una vez más, los pacientes más necesitados.
