Redacción. Este lunes se suspendieron las clases en la aldea de Quebrada de Arena, en Tocoa, departamento de Colón, por el conflicto de tierras que lleva ya varias semanas afectando la zona.
En esta área hay alrededor de cinco centros educativos, los cuales amanecieron cerrados. Y, según medios locales, la medida fue tomada para evitar poner en peligro a los estudiantes, en su mayoría niños.
Uno de los encargados de los centros indicó que la decisión también se toma porque muchos padres no desean enviar a sus hijos a las escuelas. Esto se debe a que temen por la seguridad de los menores y prefieren que se queden en casa.
«Los padres ahorita no pueden mandar a sus hijos al colegio porque tienen miedo. Estamos a la par de una de las fincas (en conflicto) y frente al instituto se dio una situación difícil, donde tuvimos que abandonar el sector», dijo una docente.
«Apóyennos a resolver este problema para que los muchachos puedan recibir el pan del saber», prosiguió. Se esperaba que esta semana se diera el inicio de clases, pero ahora se hará hasta nuevo aviso.
Enfrentamiento
El enfrentamiento entre los pobladores de la comunidad de Quebrada Arena y los campesinos de la Plataforma Agraria continúa generando un clima de tensión en la región por la presunta imposición de un toque de queda.
La crisis se desató debido al intento de recuperar la finca Tranvía. Se trata de un conflicto territorial que ha dejado como resultado múltiples problemas.
Francisco Fúnez, director del Instituto Nacional Agrario (INA), explicó que los enfrentamientos involucran a pobladores, campesinos y grupos armados insurgentes, y son el resultado de una disputa territorial que lleva años gestándose en la región.
Temor en la zona
Uno de los pobladores comentó a medio locales que las tres fincas principales de la región fueron tomadas por personas cuyos rostros están cubiertos y que portan armas de fuego. Este hecho ha incrementado el temor entre los habitantes de la zona.
El ciudadano aseguró que viven con el miedo constante de sufrir agresiones o ser despojados de sus propiedades.