Redacción. La Iglesia católica en Honduras se encuentra de luto tras confirmarse este martes el fallecimiento de monseñor Raúl Corriveau, obispo emérito de la Diócesis de Choluteca.
La noticia fue difundida por el medio católico Suyapa Medios, sin que se hayan brindado detalles sobre las causas del deceso.

Monseñor Corriveau nació en Quebec, Canadá, y dedicó gran parte de su vida al servicio pastoral y social en Honduras, país donde desarrolló más de 50 años de misión apostólica.
Su trabajo se caracterizó por una profunda vocación de servicio, una cercanía permanente con las comunidades y un firme compromiso con el desarrollo integral de las personas, especialmente en el sur del país.
Durante su paso por la Diócesis de Choluteca, el obispo emérito promovió múltiples iniciativas orientadas a mejorar la calidad de vida de la población.
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Una de las más destacadas fue el impulso a la medicina natural, fomentando su preparación y uso en comunidades rurales como una alternativa complementaria para la atención en salud, especialmente en zonas con limitado acceso a servicios médicos.
Logros del obispo emérito de Choluteca
Como parte de ese esfuerzo, monseñor Corriveau fundó la Clínica de Medicina Natural San Pablo, institución que continúa funcionando en la ciudad de Choluteca y que se ha convertido en un referente regional en la atención basada en terapias naturales y en la educación comunitaria en salud.
De igual forma, impulsó la creación del Instituto Monseñor Raúl, conocido originalmente como La Colmena, un proyecto enfocado en la formación humana, social y comunitaria.
En el año 2021, tras culminar oficialmente su labor pastoral en Honduras, Monseñor Corriveau regresó a Canadá, donde residía hasta el momento de su fallecimiento.

A pesar de su retiro, su legado continuó vigente a través de las obras que fundó y del impacto que dejó en miles de personas.
La Diócesis de Choluteca ha expresado su profundo pesar por la pérdida de quien fuera un pastor cercano, comprometido y solidario. Distintos sectores de la Iglesia católica lamentaron su fallecimiento y destacaron su legado pastoral.
Su legado permanece vivo en las comunidades que acompañó y en las iniciativas que impulsó durante décadas de servicio.

