Redacción. Una dantesca escena sacudió la capital el pasado 18 de diciembre luego de que miembros de la Policía Nacional encontraran cuatro cuerpos sin vida dentro de una vivienda ubicada en la residencial Centroamérica Este.
Las víctimas eran miembros de una misma familia y respondían a los nombres de Cristofer Valle León, de 13 años; su madre, Ginger Tatiana León, de 31; María de la Cruz, de 55 años; y Josué Vigil León, de 24 años, tío y hermano de los dos primeros, respectivamente.
Las autoridades se encuentran indagando el suceso y, hasta ahora, han descartado vínculos con estructuras delictivas como móvil del asesinato. Allegados de los fallecidos han descrito a la familia como trabajadora y emprendedora.
Un ejemplo de ello es Ginger León, quien publicó un último video en TikTok horas antes de morir. En el metraje lucía radiante y feliz, contando a través de un audio los retos que enfrentó durante el 2025.
“Agradezco mi historia, mi proceso y lo que estoy viviendo. Sé que detrás de todo hay un plan perfecto para mí… Lo recibo con amor y lo bendigo”, escribió un día antes de su muerte.
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Sueños destruidos
La hondureña, quien se dedicaba al comercio junto con sus parientes, también había compartido otros clips en los que agradecía por las vivencias del 2025 y recibía el 2026 con la mejor actitud.
“No ha sido fácil, fue un año muy fuerte emocionalmente; pero siento admiración por todo lo que he logrado en mí, por la tranquilidad y la estabilidad que ahora tengo. He cambiado, pero todo cambio es para mejorar y eso me hace sentir paz”, expresó en otra publicación de su perfil de TikTok.
Pese a ser una mujer luchadora, valiente y soñadora, sus anhelos se convirtieron en una triste ilusión tras la tragedia que ha causado conmoción en la sociedad hondureña.
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¿Qué se sabe del crimen?
La Dirección Policial de Investigaciones (DPI) inició las pesquisas del caso. Por ahora, se ha confirmado que los cuatro fallecidos presentaban heridas de arma de fuego y blanca.
Tres de las víctimas murieron por disparos, mientras que una mujer sufrió heridas cortopunzantes. La inspección ocular indica que la puerta de la vivienda no fue forzada, por lo que se presume que los agresores podrían ser conocidos de la familia.
Las autoridades descartaron vínculos con el crimen organizado o la extorsión; en su lugar, se considera que el móvil podría estar relacionado con enemistades personales o envidia.
