Redacción. Elementos de la Unidad Nacional Antisecuestros (UNAS), adscrita a la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), rescataron en Intibucá a un técnico y a un comerciante víctimas de rapto bajo la nueva modalidad virtual.
De acuerdo con el reporte policial, las víctimas laboran en la instalación de cámaras de seguridad en la zona. Fue precisamente para solicitar este servicio que los contactaron, pero resultó ser una trampa.
Ambos se movilizaron a bordo de un vehículo rumbo a la aldea San José de Intibucá, sitio donde brindarían el servicio; sin embargo, una vez en el lugar, recibieron una llamada intimidante.
Las víctimas son un hombre de 32 años, comerciante y residente de la colonia Los Maestros de La Esperanza; y un técnico industrial de 29 años, nativo del barrio Buenos Aires de la misma ciudad.
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Hecho
La investigación policial establece que el martes 16 de diciembre, a eso de las 11:15 de la mañana, las víctimas se dirigieron a la aldea mencionada para realizar un estudio de campo previo a la instalación de las cámaras de seguridad.
Pero, al llegar a un determinado sitio, recibieron una llamada del supuesto cliente, quien les indicó que respondieran a otra comunicación de una persona identificada como J.J.
Ellos accedieron a responder la llamada y escucharon la voz de un hombre que les indicó que no se movieran del lugar, ya que se trataba de un espacio controlado por el Cártel Sinaloa Segunda Generación.
Luego el extorsionador solicitó datos al comerciante para corroborar si él era el gerente general de una empresa. Tras proporcionar algunos datos, el delincuente les repitió que no se movieran, asegurando que un francotirador los tenía apuntados.
La víctima perdió comunicación debido a que su teléfono celular se descargó. Mientras esto ocurría, los delincuentes llamaron a su esposa y hermana, exigiendo la suma de 2 millones de lempiras por su libertad y seguridad.
Rescate exitoso
Los familiares procedieron de inmediato a informar a las autoridades pertinentes, por lo que se conformaron los equipos para iniciar el rastreo y la localización de los dos ciudadanos.
Después de algunas horas, los especialistas de la UNAS los rescataron sanos y salvos en la carretera RN-22, a la altura de la Laguna Madre Vieja de Intibucá. Asimismo, se evitó el pago del rescate.
Ambos fueron trasladados a un lugar seguro para ser revisados de manera profesional. A su vez, se iniciaron las investigaciones para determinar quién está detrás del rapto de estas dos personas.
De esta manera, se configura una nueva modalidad delictiva implementada por estos delincuentes. Sus principales víctimas son empleados de empresas prestadoras de servicios, a quienes engañan, amenazan y privan de su libertad de manera virtual.
Mientras mantienen a las víctimas incomunicadas, los delincuentes contactan a sus familiares y empleadores para exigirles sumas de dinero a cambio de su supuesta liberación.
