Yoro, Honduras. La detención de cuatro agentes de la Policía Nacional destapó una escalofriante secuencia de hechos que culminaron con la presunta violación agravada de una joven dentro de las instalaciones policiales.
La operación se dirigió contra los uniformados asignados a la Unidad Metropolitana de Prevención (UMEP 11) en El Progreso, quienes enfrentan cargos por violación agravada y privación ilegal de la libertad.

La investigación de la ATIC revela un proceso de degradación y abuso de poder que tuvo su clímax en horas de la madrugada, cuando la víctima estaba recluida. Los agentes aprehendidos son Josué Gustavo Zelaya Ortiz, Yeni Nayeli García Hernández, Jared Sarahí Huete Salgado y Walter Obed Ventura.
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Interceptación, traslado forzado y trato degradante
Los detalles recabados por la ATIC indican que los hechos se desarrollaron a finales del mes de octubre. La joven fue interceptada en el sector de Santa Rita, Yoro, por tres de los agentes hoy acusados. Desde ese momento, los uniformados habrían comenzado a someter a la víctima a un trato denigrante antes de trasladarla a la fuerza a la estación policial de El Progreso.
Una vez en el recinto policial, los informes señalan que la situación no mejoró para la víctima. La joven continuó recibiendo insultos y tratos denigrantes por parte de los oficiales, profundizando su estado de vulnerabilidad y miedo, preludio del grave abuso que se perpetraría.
El abuso: «así te quería ver flaca»
El momento más crítico y reprobable de la noche se detalla en el informe investigativo de la ATIC. En horas de la madrugada, el agente Josué Gustavo Zelaya Ortiz presuntamente ingresó en solitario a la celda donde la joven se encontraba bajo custodia.
El informe consigna que, al ingresar, Zelaya Ortiz profirió la frase: «así te quería ver flaca.» A pesar de los intentos de la víctima por evitar el ataque, el agente se acercó a ella y comenzó a abusar sexualmente de la joven. Minutos después de consumarse el presunto delito, Zelaya Ortiz abandonó la celda y se retiró del lugar a bordo de una patrulla.
Presunto encubrimiento
Inmediatamente después del ultraje, el informe de la ATIC apunta a un intento de encubrimiento. La agente Yeni Nayeli García Hernández se acercó posteriormente a la celda. Acto seguido, la cerró con candado y, presuntamente, afirmó: «Aquí no ha pasado nada,» para luego retirarse.



