Tegucigalpa. La investigación por el secuestro y asesinato del joven médico en formación Miguel Ángel Salgado, de 31 años, tomó un rumbo más claro este jueves, luego de que la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) confirmara que todas sus pertenencias permanecían intactas dentro de su vehículo.
Este hallazgo disminuye significativamente la hipótesis de que el crimen estuviera relacionado con un robo, reforzando la teoría de que el ataque puede estar premeditado o motivado por otras circunstancias aún desconocidas.
Al doctor Salgado lo vieron por última vez la noche anterior en la Facultad de Ciencias Médicas de la UNAH. Allí, realizaba su práctica profesional en el Hospital Escuela.
Horas más tarde, su cuerpo se localizó sin vida en la zona de Lomas del Diamante, mientras que su automóvil apareció estacionado cerca de la morgue del mismo centro asistencial, lo que generó aún más interrogantes sobre sus últimos momentos.
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Como parte del proceso de investigación, la DPI llevó a cabo una exhaustiva inspección del vehículo con el objetivo de obtener huellas y revisar indicios. Asimismo, poder reconstruir los movimientos del médico antes de ser raptado.
Durante el procedimiento, los agentes encontraron la computadora portátil del doctor guardada en el baúl. También, estaba su cargador, varios cables y una maleta, todos en perfecto orden. La laptop se someterá a análisis especializados para determinar si contiene información relevante o alguna actividad reciente que pueda aportar pistas sobre el crimen.
En la cabina del vehículo, los técnicos documentaron también botellas de agua, papeles, envoltorios de comida, cajas y diferentes desechos que parecían corresponder al uso cotidiano del automóvil. Lo más llamativo, según los investigadores, es que no se encontró ningún signo de alteración, hurto o forcejeo. Nada estaba removido, lo cual reduce de manera determinante la posibilidad de que el ataque hubiera tenido como motivación un asalto.
A la escena llegó el padre del joven médico, Jorge Fernando Salgado Bonilla, empleado del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS). Él permaneció presente durante las diligencias, prefirió no ofrecer declaraciones ante la prensa.
