Redacción. La tragedia, que dejó nueve personas muertas y más de 33 heridas en la peligrosa bajada conocida como La Hueva, cerca del basurero y de la famosa “Vuelta de la Cruz”, en Santa Bárbara, ha marcado profundamente a toda la comunidad.
Para muchos habitantes, este tramo es incluso más riesgoso que la pendiente del puente de Colina. Uno de los sobrevivientes, que viajaba en el camión siniestrado, relató los momentos de desesperación que vivió junto a decenas de pasajeros cuando el vehículo perdió los frenos.

El desastre comenzó con un sonido extraño en el motor. “Yo escuché que el camión hizo un paro y le dije a mi compañero: ‘pónganse busos, que este camión para abajo no va a agarrar freno’”, recordó.
Pánico en Santa Bárbara
A pesar de las advertencias, en cuestión de segundos la velocidad aumentó y el pánico se apoderó de los pasajeros. “Los chavalos empezaron a gritar… los que iban arriba le gritaban al chofer que así nos íbamos a la paila”.
El hombre confiesa que, al ver la situación, sus pensamientos se centraron en su familia. “Se me vinieron a la mente mis hijos… Yo lo que quise fue tirarme porque miré unos palos y pensé colgarme, pero no pude”, narró. El caos dentro del camión era total. “Solo miré un remolino de palos… es una tragedia”, dijo.

La magnitud de la pérdida humana ha sido especialmente dolorosa. “Somos seis personas fallecidas de una sola familia, dos hermanos, primitos, y otro primo que iba arriba”, lamentó con profunda tristeza.
Pese al horror, el sobreviviente asegura que una revelación lo salvó. Horas antes del accidente, decidió que varios miembros de su familia no debían seguir en el camión.
“El Señor me reveló sacar a mi familia del camión”, contó. “Bajé a mi hermana, a mi esposa, a mi papá y a una vecina del barrio”. Esta decisión, que entonces parecía extraña, terminó separándolos del destino fatal. “Creo que Dios tiene un propósito para nosotros… sí salí corriendo”, reflexionó.

Mientras las autoridades investigan las causas del accidente, la comunidad exige mejoras urgentes en una ruta que muchos consideran una trampa mortal. Para los sobrevivientes, el recuerdo de ese descenso sin frenos quedará grabado para siempre.

