Redacción. Autoridades de la Policía Nacional han revelado mayores detalles en torno a la muerte del subcomisario de policía Joel Vargas en Chamelecón, San Pedro Sula, donde lideraba una operación para poderle dar captura al hechor de un crimen suscitado en Tegucigalpa el pasado mes de agosto.
El hecho aconteció a eso de las 5:00-5:30 de la tarde del martes 18 de noviembre en el sector de La Providencia, en Chamelecón. Vargas viajó desde Tegucigalpa exclusivamente a coordinar esta acción, pero cuando entró al sitio un fallo táctico terminó en tragedia.
De acuerdo con la información proporcionada por la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), el uniformado junto a su equipo de 8 agentes ya habían localizado al sujeto al que iban a capturar, presunto responsable de la muerte violenta del jefe de inteligencia del Instituto Nacional Penitenciario (INP), Frank Morris.

Sin embargo, para operar en esta zona altamente conflictiva del norte de Honduras, requería refuerzos adicionales. Sus superiores le habían instruido que, una vez localizado el objetivo, solicitara más apoyo logístico, debido a que el sector está bajo fuerte influencia de la Pandilla 18.
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El subcomisionado de policía, César Vargas, director de la DPI en SPS indicó en Hoy Mismo: «la intención era realizar la ubicación y después proceder a ejecutar una orden de captura. Desafortunadamente una vez que se toma la decisión de tratar de ingresar donde se encontraban, uno de los individuos pertenecientes a la Pandilla 18 tomó un fúsil y comenzó a disparar. Se tuvo que repeler el ataque y el resultado es el compañero sin vida».
El fallo
A pesar de ello, el subcomisario Joel Vargas determinó entrar para poder detener al sujeto, es por ello que se bajó del vehículo, camino hacia una casa de dos plantas y justo cuando llegó al portón para abrirlo, un menor de edad lo recibió con disparos.
A consecuencia de los impactos, resultó con heridas severas. Los demás compañeros que lo acuerpaban, en cumplimiento a los protocolos de ley, repelieron el ataque, mientras trasladaban a su superior a una clínica policial, pero lamentablemente se confirmó su fallecimiento.
Las autoridades de la DPI informaron que Joel Vargas no quiso esperar los refuerzos necesarios por el interés de concretar lo más rápido posible la captura de alias «El Chifle», acusado de la muerte violenta de Frank Morris, subcomisario policial en condición de retiro.

Además, los uniformados resaltaron que un error que se cometió en esta operación es que el carro en que se transportaban ese día, pasó en reiteradas ocasiones frente a la vivienda donde estaban los pandilleros, situación que los alertó.
El Poder Judicial informó en su comunicado, luego de remitir a un centro de internamiento juvenil al sospechoso que:
«En horas de la tarde del martes 18 de noviembre del 2025, agentes policiales de la Dirección Nacional de Servicios Comunitarios Policiales (DNSCP), llegaron y ubicaron una propiedad tipo cuartería, el oficial policial a cargo bajó de la patrulla, al intentar ingresar por un portón del local, del interior salió un sujeto que comenzó a disparar, de tal formal que el oficial recibió un disparo que le impactó en el costado derecho que le provocó la muerte»
Se concretaron las capturas
Tras la muerte del oficial Vargas, la Policía Nacional desplegó un fuerte contingente por todo el sector de Chamelecón, para así poder requerir al blanco de la operación y también al responsable de su muerte.
En cuestión de horas se confirmó que habían requerido a cinco pandilleros dentro de una casa que posiblemente era de una familia víctima del desplazamiento forzado. Entre los detenidos estaba el menor de 16 años que le disparó a Vargas y también alias «El Chifle».

Dentro de la vivienda, justo debajo de una pila, estaba un arma tipo fusil AR-15 (de uso prohibido) con el cual el adolescente le habría disparado al agente. A este último lo acusan de los delitos de asesinato, tentativa de asesinato, atentado, portación de arma de uso prohibido y asociación para delinquir. Al ser menor, se está siguiendo el protocolo de ley.
Mientras tanto, a «El Chifle» lo trasladaron desde San Pedro Sula hasta Tegucigalpa, para que respondiera ante los juzgados por la muerte de Frank Morris. Tras la audiencia de declaración de imputado, el juez lo remitió a la cárcel.

Honras fúnebres a Vargas
El subcomisario Joel Vargas era el jefe de investigación de delitos violentos contra mujeres de la DPI, por lo que estaba en Tegucigalpa, pero viajó hasta la capital industrial para ejecutar esta operación que al final acabó con su vida.
Su féretro arribó la mañana del miércoles a las instalaciones de la DPI en la colonia Kennedy, donde sus compañeros le hicieron las honras fúnebres correspondientes. Luego, lo llevaron a Choluteca, su tierra natal, para su cristiana sepultura este jueves.

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