Redacción. La tranquila comunidad de La Cuesta, Santa Bárbara, se sumió en el luto y la consternación tras un violento ataque armado registrado la noche del domingo.
La balacera, desatada contra una caravana de vehículos que regresaba de un acto político, dejó un saldo trágico: la muerte de un niño de apenas cinco años y una niña gravemente herida que lucha por su vida en el Hospital Mario Catarino Rivas.
El brutal incidente ocurrió cuando varios residentes de la comunidad volvían a sus hogares. Testigos afirman que sujetos armados no identificados abrieron fuego indiscriminadamente contra la caravana, sin un motivo claro hasta el momento. En medio de la ráfaga de disparos, el pequeño Arnold Caleb Hernández Díaz quedó atrapado en la línea de fuego, perdiendo la vida instantáneamente.
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Relato
La madre del menor, en medio del profundo dolor y shock, compartió el desgarrador momento en que se percató de la muerte de su hijo. Inicialmente, creyeron que el estruendo eran «cuetes» (fuegos artificiales) y que el niño venía con vida.

«Todos pensaron que el niño venía vivo… Yo le destapo la cara y lo miro blanco. Les digo: ‘No, el niño va muerto’. Yo le tocaba y nada…», relató la madre al medio de comunicación Hoy Mismo.
Su abuela viajaba con él en la cabina. La confusión y el pánico impidieron una reacción oportuna, confirmando la fatalidad solo al llegar al hospital, donde fue declarado fallecido.
Reacciones
La noticia ha provocado una ola de tristeza, pero también intensas críticas en las redes sociales. Mientras la comunidad se declara sorprendida por la magnitud de la violencia en un sector que consideraban tranquilo, los usuarios de internet han cuestionado la presencia de menores en eventos políticos, generando un debate sobre la responsabilidad de los adultos.
Las autoridades policiales ya iniciaron una investigación en curso para esclarecer el móvil del crimen: si la caravana era el blanco directo o si fue un ataque al azar. Los pobladores de La Cuesta esperan que esta tragedia no quede en la impunidad y se haga justicia por la vida del pequeño Arnold.



