Redacción. Un escalofriante hallazgo sacudió a los habitantes de la aldea Suyapa en Tegucigalpa, tras el descubrimiento del cuerpo de Claudia Aceituno, de 38 años, quien había sido reportada como desaparecida hace tres meses.
La víctima fue encontrada semienterrada dentro de su propia vivienda por sus familiares, quienes actuaron impulsados por terribles sospechas.
La familia de Claudia, encabezada por su hermano Daniel Rolando Cáceres, comenzó a sospechar de la pareja sentimental de la víctima.
La alarma surgió cuando vecinos de una pulpería cercana reportaron que el sujeto compraba grandes cantidades de cloro, cal y desinfectante, productos que, según el testimonio de Daniel a Hoy Mismo, sirven para «matar el mal olor».
Le puede interesar – Dos muertos y dos heridos deja intento de captura en Puerto Cortés

Al decidir inspeccionar la casa, la familia rompió la puerta de una de las habitaciones que habían clausurado tras la desaparición. Sus peores temores se confirmaron al escarbar el suelo y encontrar los restos de Claudia Aceituno bajo la tierra. «Fue terrible», relató Daniel a medios locales, lamentando que la búsqueda de tres meses haya terminado de esta manera.
Indignación
Los familiares de Claudia expresaron su profunda indignación y dolor, señalando la inacción de las autoridades tras haber denunciado la desaparición en repetidas ocasiones y haber recorrido hospitales y morgues.
«La Policía no hizo nada. Si hubieran actuado, quizá la habríamos encontrado viva», declaró doña Blanca, hermana mayor de la víctima.
Los equipos de Medicina Forense realizaron la exhumación y trasladaron el cuerpo al Centro de Ciencias Forenses. Las autoridades detuvieron al sospechoso, pareja de Claudia, tras el hallazgo.
Vecinos aseguran que el hombre engañó a la familia durante meses, incluso participando en las labores de búsqueda. Claudia Aceituno deja huérfanas a tres niñas menores de edad, de 10, 8 y 4 años, que ahora quedarán al cuidado de sus tías y abuela. La familia clama ahora por justicia para la mujer que «trabajaba y luchaba por sus niñas».




