Redacción. Los conductores de la ruta de buses Nueva Providencia-Centenario, en Tegucigalpa, paralizaron sus unidades este miércoles en protesta por la extorsión diaria y la falta de seguridad.
El paro se produjo después de que una unidad fuera atacada a balazos la tarde del martes, tras recibir una carta extorsiva de desconocidos, según conductores. Este hecho generó alarma entre los trabajadores, quienes aseguran que la violencia contra el transporte público ha aumentado en las últimas semanas.
Ciudadanía sin transporte
Los transportistas denunciaron que, pese a las alertas previas, las autoridades no han implementado medidas de protección efectivas, obligándolos a actuar por su propia seguridad. Exigieron una respuesta inmediata para prevenir nuevos ataques y garantizar la protección de los pasajeros.
Usuarios de la ruta manifestaron su preocupación por la interrupción del servicio, que afecta la movilidad diaria de cientos de personas. Coincidieron en que la seguridad de conductores y pasajeros debe ser una prioridad.
Los conductores lamentaron que, durante las últimas semanas de 2025, los grupos criminales les han cobrado pagos adicionales, conocidos como un “aguinaldo” forzado. Esta práctica afecta sus ingresos y aumenta la presión económica, sumando tensión al riesgo de inseguridad que enfrentan diariamente.
En lo que va del año, varias rutas de buses y taxis han suspendido sus operaciones debido al aumento de la violencia y al cobro de extorsiones, popularmente llamado “impuesto de guerra”. Los transportistas denunciaron que este pago ilegal se ha convertido en una carga constante, afectando seriamente sus ingresos y poniendo en riesgo su seguridad.
