Redacción. La ola de criminalidad que azota a San Pedro Sula continúa generando indignación y temor entre la población. En un reciente hecho, la Policía Militar del Orden Público (PMOP) detuvo a un presunto asaltante en el puente peatonal que conecta con la Gran Terminal Metropolitana de Buses.
El individuo vestía una camisa blanca y pantalón color crema al momento de su detención. La intervención policial se da en respuesta a las constantes denuncias de robo y asalto en este y otros puntos de la capital industrial.
La reacción de los ciudadanos en redes sociales y medios ha sido de alivio por la captura, pero también de profunda frustración por la situación generalizada de inseguridad y el visible abandono de la infraestructura pública.
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“A mi sobrino casi lo matan en ese puente, lo asaltaron. Eran 3 y andan armados, andan maletín, parecen oficinistas. ¡Qué bueno que los capturen para que dejen de andar jodiendo a la gente que trabaja! A mi sobrino le quitaron todo el pago, ni para un pasaje de bus le dejaron…”, indicó la internauta Mirna Sabillón.
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Otro internauta no únicamente señaló el peligro, sino además el grave deterioro del entorno: “Y aparte, un montón de basura acumulada en ese puente, ¡qué barbaridad! Tocó pasarlo para ir al cementerio. La pregunta es: ¿cómo ha llegado tanta basura allí, tan alto? Es increíble, la verdad”.
Cifras alarmantes
La desesperación de los sampedranos se sustenta en datos preocupantes. Ante la ola de asaltos en la ciudad, la ciudadanía ya no aguanta.
Al mes se reportan más de 800 robos comunes en San Pedro Sula, una cifra escalofriante que incluye asaltos a viviendas, peatones y transporte público, entre otros, según el Centro de Convivencia Comunitaria.
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Esta cifra evidencia también la dimensión de la crisis de seguridad, donde los delitos contra la propiedad y la persona se han convertido en una amenaza diaria, a pesar de los esfuerzos policiales, como el que resultó en la captura cerca de la Gran Terminal.



