Redacción. En Lempira, José Herlin Benítez Vargas, fue condenado a 20 años y seis meses de prisión luego de que la Fiscalía Especial de Protección a la Niñez (FEP-NIÑEZ) de Gracias demostrara su culpabilidad en tres delitos sexuales cometidos contra dos niñas.
El tribunal impuso ocho años de reclusión por agresiones sexuales agravadas continuadas contra una de las víctimas, otros ocho años por el mismo delito contra la segunda menor y cuatro años y seis meses por pornografía infantil.
Además, el tribunal prohibió a Benítez Vargas residir o acercarse a las víctimas durante el doble del tiempo de la condena, y le impuso las penas accesorias correspondientes y la responsabilidad civil.
La FEP-NIÑEZ de Gracias lideró la investigación con apoyo técnico de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) y del equipo multidisciplinario de la Dirección General de Medicina Forense (DGMF), entidades que acreditaron plenamente la responsabilidad penal del imputado.

Señales
Con frecuencia, los niños no hablan sobre el abuso sexual, pero algunas veces muestran cambios físicos, emocionales y de comportamiento. Muchos de estos cambios no son específicos del abuso sexual; pueden ocurrir con otros tipos de trauma o estrés y pueden variar con la edad. Pero es importante estar alerta por si surgen estas señales, descubrir por qué se producen y brindar ayuda a su niño o niña.
Señales físicas
Estas son algunas señales físicas que pueden indicar problemas, entre ellos, la posibilidad de abuso sexual:
- Comer más o menos de lo normal
- Tener problemas de sueño
- Ensuciarse o mojar la ropa, o mojar la cama (o un aumento de estos comportamientos si ya existían con anterioridad)
- Dolores de estómago
- Dolor o prurito (picazón) en el área genital
- Ropa interior manchada de sangre u otro líquido o secreción
- Sangrado rectal
- Problemas al caminar o al sentarse
Si su niño o niña muestra alguna de las señales físicas enumeradas arriba, llévelo(a) a un doctor inmediatamente.

Señales emocionales
Estas son algunas señales emocionales que pueden indicar un problema, incluyendo la posibilidad de un abuso sexual:
- Ansiedad severa (como pesadillas y aferrarse a algo o alguien)
- Depresión (como retraimiento, baja autoestima, pensamientos o intentos de suicidio, llanto frecuente)
- Ira extrema (por ejemplo, berrinches o rabietas, agresiones o un aumento de la irritabilidad).



