Redacción. Un guardia de seguridad, de unos 60 años, identificado preliminarmente como Raúl, murió dentro de una bodega que custodiaba en el Barrio Guamilito, San Pedro Sula.
Tras recibir la alerta sobre los hechos, equipos de la Policía Nacional se movilizaron hasta el sector. Los agentes acordonaron la escena para asegurar el área y comenzaron la recopilación de indicios que pudieran esclarecer lo ocurrido.
De forma oficial, las autoridades no han confirmado si el cuerpo del sexagenario presenta signos de violencia o si se trataría de una muerte natural.
Traslado
A esta hora se espera la llegada de especialistas de Medicina Forense. Ellos serán los encargados de llevar a cabo el levantamiento cadavérico y trasladar el cuerpo a la morgue. La autopsia será la herramienta clave para esclarecer las circunstancias exactas que causaron la muerte del guardia.
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Paralelamente a la investigación de la causa de la muerte, las autoridades policiales trabajan para establecer la identidad completa de la víctima y su lugar de procedencia, un detalle crucial para poder contactar a sus familiares y notificarles la trágica noticia.
La tragedia reavivó el debate sobre las condiciones laborales en el rubro de la seguridad privada. Un internauta, al comentar sobre el suceso en el medio Acceso Informativo, apuntó a la precariedad del oficio: «Toman muchas bebidas energéticas, mal comidos, mal pagados y desvelados, eso los mata. Un pesar con el guardia, en paz descanse. A veces las empresas de seguridad los hacen trabajar 24 y hasta 36 horas», denunció el ciudadano, poniendo en relieve las duras jornadas a las que se someten estos trabajadores.
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