Redacción. Las autoridades capturaron a Alexander Rosa, el asesino de su expareja, Darling López, y su exsuegro, Ángel López, en un horrendo crimen que sacudió la comunidad de Spanish Town.
El suceso ocurrió la noche del pasado miércoles, cuando Rosa viajó desde San Pedro Sula para cometer el doble asesinato.
“Me dio con un foco grandísimo, como el micrófono, ella me pegó, ella empezó; me pegó un vergazo con el micrófono, con un foco que tenía en la mano, no sé si era mi suegra. Y yo venía tranquilo a celebrar el cumpleaños mío», relató Rosa. Agregó: «No, en ese caso no andaba arma… Yo la tenía acá en la casa. La tenía escondida lo tenía, pero yo iba bien tranquilo, yo no iba a hacer nada. Cuando me pegó el bombazo reaccioné y volví a la casa».
Detención
La captura se logró en Roatán tras un operativo policial en el que participaron diversos agentes. Las autoridades informaron que tienen pruebas contra el sospechoso, incluyendo testimonios de testigos presenciales, evidencia técnica y científica como casquillos de bala, e incluso el arma homicida.
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El proceso judicial se llevará a cabo en Roatán, donde el crimen ha generado un profundo impacto en la comunidad.

Confesión
Según testigos, Alexander Rosa llegó a la casa de su expareja y le disparó en un ataque que alarmó a los vecinos. En un intento desesperado por salvar a su hija, don Ángel López intervino, pero el agresor también le disparó, causándoles la muerte a ambos. Una tercera persona, doña María López, madre de la joven, resultó gravemente herida y fue trasladada de emergencia a un hospital.
El hijo de Darling López reveló que el agresor solía golpear a su madre. Además, la pareja se había separado hacía apenas una semana. El joven también confirmó que su madre estaba embarazada de Rosa, y que ya se le notaba «la pancita».

Amenazas
Un audio que circula en redes sociales muestra a Alexander Rosa amenazando a su expareja de muerte. En el audio, él la amenazaba con matar a su familia si no le entregaba a los tres hijos de 18, 17, y un menor de 4 años de edad que tenían en común.
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«Ya vas a ver, esto va a quedar para toda la historia, ¿oíste? Para toda la vida va a quedar marcado esto», se escucha decir al hombre en la grabación. En sus amenazas, también mencionaba que si no le entregaban a los niños, su familia «amanecería muerta».



