Redacción. Una ráfaga de disparos que duró varios segundos sembró el pánico entre los residentes de la residencial Campisa, en San Pedro Sula. Aunque las autoridades no encontraron víctimas ni daños, la respuesta de la Policía Nacional ha llevado a un refuerzo de la seguridad en la zona.
En un video, supuestamente grabado por un vecino, se observa a un motociclista pasando por una calle cuando, de repente, se escucha el estruendo de múltiples detonaciones. Este material audiovisual circuló rápidamente en redes sociales, causando alarma entre la población.
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Denuncia anónima
El subinspector Alejandro Valladares, portavoz oficial de la Policía Nacional de Honduras, confirmó los detalles del operativo. «Recibimos una denuncia anónima. Enviamos al menos 30 agentes, distribuidos en tres patrullas, para atender de inmediato la situación en la zona», detalló Valladares.
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Al llegar a la residencial, los agentes realizaron un rastreo minucioso y no encontraron heridos, fallecidos ni daños materiales en vehículos o propiedades. «Fue una alerta que se emitió desde ese sector, pero no se hallaron evidencias de un tiroteo», explicó el subinspector.
Pese a la falta de pruebas físicas, el personal de la policía se mantuvo en el lugar durante varias horas. El objetivo era realizar un registro exhaustivo de la zona y conversar con los vecinos para intentar recabar más información. Como resultado de este incidente, la Policía Nacional ha tomado la decisión de mantener su presencia en la residencial Campisa para prevenir futuros sucesos.
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«Vamos a mantener la vigilancia en el sector para asegurar la tranquilidad de los residentes y evitar que una situación similar se repita», concluyó el vocero, reiterando el compromiso de la institución con la seguridad.
