Distrito Central, Honduras. La tranquilidad de la tarde del martes se vio interrumpida por un crimen que sacudió a los habitantes de la aldea El Guanábano, ubicada en la carretera que conecta Tegucigalpa con el departamento de Olancho. En ese lugar a un joven le quitaron la vida, al cual se identificó como Harold Espinal.
Según los primeros reportes, varios sujetos interceptaron al joven, conocido en la zona con el alias de «La Ardilla», mientras se encontraba trabajando para una empresa distribuidora de agua. Los agresores lo obligaron a bajar del camión en el que se transportaba y lo condujeron hacia una calle de tierra desolada, donde le dispararon múltiples veces a quemarropa.
El cuerpo de la víctima quedó tendido sobre el suelo, con múltiples impactos de bala visibles en distintas partes. A su alrededor, los peritos forenses encontraron varios casquillos de arma de fuego, evidencia que fue recolectada como parte del proceso investigativo.
Crimen contra el menor
Fueron personas que transitaban por la zona quienes, al escuchar los disparos y encontrar el cuerpo, dieron aviso a las autoridades. Minutos después, agentes de la Policía Nacional se desplazaron hasta el lugar del crimen y procedieron para acordonar la escena, evitando la alteración de pruebas.
Un equipo de investigación criminal también se hizo presente para iniciar con las diligencias correspondientes. El objetivo es identificar a los responsables de este hecho violento, establecer el móvil del crimen y llevar a los culpables ante la justicia.
La violencia en Honduras continúa siendo uno de los principales desafíos sociales del país. A diario, se registran homicidios, extorsiones y otros delitos que afectan tanto a zonas urbanas como rurales, dejando a miles de familias en luto y alimentando un clima constante de miedo e inseguridad.
