CORTÉS, HONDURAS. Los vendedores ambulantes que usualmente se ubican en el Parque Central de San Pedro Sula acumulan ya siete meses sin trabajar, razón por la cual, exigen a la autoridad que corresponda que los deje retomar labores.
«Le damos gracias a Dios, porque a pesar de los siete meses que han pasado, ahí con la ayuda del Señor y unos ahorros que tenemos, hemos podido sobrevivir, aunque a veces aguantando hambre«, dijo un representante de los vendedores.
La situación que atraviesan es tan difícil que hasta se declararon en «calamidad doméstica». El Parque Central sigue cerrado para los vendedores ambulantes, no así para quienes sí tienen negocios certificados.
«Queremos hacer un llamado a los encargados, porque nosotros también tenemos necesidades, somos personas luchadores, con familia. Se lo pedimos por favor, que nos dejen vender«, agregó.
Asimismo, el joven señaló que están dispuestos a tomar todas las medidas de bioseguridad que exige el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (SINAGER) para trabajar sin poner en riesgo sus vidas y la de sus clientes.
«Tenemos siete meses no recibir ingresos. De corazón, pedimos ayuda. Dígannos qué es lo que tenemos que hacer para vender de nuevo en el parque, honestamente y con medidas de bioseguridad. Un trabajador más en un delincuente menos«, sostuvo.
De su lado, una señora, también vendedora ambulante, declaró que tiene muchas deudas pendientes, la mayoría, con servicios públicos, y lo que el Gobierno le ha dado para comer alcanzó para tan solo tres días.
Le podría interesar: Toque de queda: desalojan a la fuerza a vendedores del centro de SPS
Nota para nuestros lectores:
Suscríbete gratis a más información en nuestro WhatsApp haciendo clic en el enlace: https://bit.ly/tiempodigitalhn.
